Mons. Martínez: 'Conocer y amar la realidad'

El obispo de Posadas se refirió, en su carta semanal, a la finalización del Sínodo de los Obispos y a los desafíos pastorales de la diócesis.

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, tituló su carta semanal “Conocer y amar la realidad”, en la que se refirió a los desafíos pastorales que se deben enfrentar en su diócesis, luego de la finalización en Roma de la primera de dos asambleas del Sínodo de la Sinodalidad.

Luego de citar el discurso del Papa Francisco en la apertura del Sínodo, el prelado recordó: “En la diócesis celebramos nuestro primer Sínodo en 2007, y con ese espíritu venimos buscando caminos de evangelización para nuestro tiempo”.

“Sabemos que estamos en una transformación de época que nos exige tener una comprensión de la realidad en que vivimos, y amar a Dios y a nuestros hermanos, como a nosotros mismos, como nos enseña en el Evangelio de este domingo. Sólo a aquellos que amamos podemos evangelizar, porque la misión de la Iglesia no es condenar al mundo, sino salvarlo”, puntualizó.

El obispo posadeño se refirió también a los objetivos diocesanos: “Esta cuestión de situaciones difíciles que tendremos que encarar, implica los tres temas que hemos asumido especialmente para nuestra pastoral: el laico y la santidad en el mundo; cómo evangelizar a los jóvenes; y cómo evangelizar a la familia”, detalló.

En ese sentido, monseñor Martínez expresó: “Tenemos que ser discípulos misioneros, es decir, tenemos que ser testigos de Cristo en esta realidad, pero si nos equivocamos de realidad y la idealizamos, no la podremos evangelizar”.

Al respecto, reconoció: “Los agentes de pastoral, muchas veces, no encontramos cómo comunicar el Evangelio en este contexto cultural cambiante”, y reiteró: “Si no partimos de una verdadera comprensión de la realidad, difícilmente podremos llegar a nuestros jóvenes y a nuestras familias”.

Luego de citar, un fragmento de la encíclica Fratelli tutti, el diocesano advirtió: “Los temas frente a lo nuevo pueden provocar también, en nuestros agentes de pastoral, actitudes regresivas hacia lo tradicional, peleándose desde una realidad que ya no existe, con discursos rígidos, y no pudiendo encontrar respuestas que lleven a asumir los desafíos de la nueva realidad, que permitan anunciar a Cristo, el Señor”.

Monseñor Martínez concluyó planteando: “En este contexto, deberemos evangelizar y humanizar nuestra cultura, interpretar sus códigos, corregir, asumir y plenificar. Conocer y amar la realidad será un modo concreto de evangelizar. Sólo desde el auténtico amor a Dios y al prójimo podremos hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo”.+