Mons. Martín: "Pidámosle a San José la gracia de ser laboriosos"
- 2 de mayo, 2021
- Rosario (Santa Fe) (AICA)
"Pidamos la gracia de que haya trabajo digno para todos, que se puedan pagar los salarios que corresponden; que nadie se quede sin trabajo", invitó el arzobispo de Rosario.
El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, destacó que tanto San José como Jesucristo enseñan una virtud muy importante que hay de desarrollar en la vida: la laboriosidad
“Tenemos que ser laboriosos en la construcción de la familia, en el estudio, en la construcción de una sociedad más justa”, precisó en su mensaje por el Día el Trabajador, y agregó: “Emprender el trabajo, y también tener en cuenta que el trabajo no es sólo para ganar un sueldo, que es muy importante y es necesario que los sueldos sean acordes a la dignidad de la persona humana y no sean una miseria".
"Pero no es sólo por eso; sería poco que el hombre trabajara solo para un sueldo, solo para el sustento material; sino que el trabajo dignifica a la persona humana, porque desarrolla sus potencialidades y contribuye al bien de toda la sociedad; en primer lugar de las células de la sociedad que es la familia”, planteó.
El arzobispo rosarino explicó que en el orden cristiano hay un horizonte todavía más alto y citó al apóstol Pablo, quien en la carta a los colosenses dice: “Cualquiera sea el trabajo de ustedes háganlo para Dios”.
“Sabiendo que trabajan para Dios y no para los hombres; entonces, sí, cualquier trabajo que hagamos lo vamos a hacer de la mejor manera posible. Entonces el trabajo, unido al acto redentor de Cristo, adquiere un valor de redención; un valor de eternidad, y para que se manifieste la gloria de Dios en el mundo”.
Monseñor Martín sostuvo que “San José nos enseña a vivir esta dimensión del trabajo” e invitó a pedirle al santo la gracia de ser laboriosos”.
“Pidamos también la gracia de que haya trabajo digno para todos, que se puedan pagar los salarios que corresponden; que nadie se quede sin trabajo, que es la deuda más importante que tenemos en nuestra sociedad; y entonces sí podemos vivir en una familia humana más digna, más justa, más fraterna", concluyó.+