Mons. Margni: 'Con María, renovemos nuestro sí a la llamada del Evangelio'
- 16 de agosto, 2024
- Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
En la solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la diócesis, el obispo de Avellaneda-Lanús invitó a "poner la mirada en María, la humilde servidora".
En la solemnidad de Nuestra Señora de la Asunción, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni, presidió la misa central en la plaza frente a la catedral por la fiesta de la patrona de la diócesis, que este año se realizó con el lema ''María de la Asunción, ayer, hoy y siempre junto a nosotros".
Junto con los sacerdotes, quienes concelebraron la Eucaristía, el prelado manifestó en la homilía: "En el día de nuestra patrona, Nuestra Señora de la Asunción, Nuestra Señora del Tránsito, nos reunimos con espíritu de fe, de gratitud y de esperanza. 170 años de la creación de la parroquia de 'Barracas al sud', hoy catedral de esta Iglesia diocesana, de este pueblo de Dios peregrino en Avellaneda-Lanús, 170 años de presencia de la Virgen entre nosotros".
"Como María, -dijo- la comunidad cristiana, aun en medio de grandes dolores, sabe vislumbrar señales de esperanza en tiempos difíciles, acoger en su seno y custodiar la vida, y cantar ya desde ahora su esperanza. Ella misma, la propia comunidad cristiana, se convierte en presencia luminosa, en señal de esperanza. Podemos dejarnos iluminar también nosotros por esta esperanza".
Monseñor Margni señaló: "Pienso en tantos modos en que la fuerza arrolladora del mal se hace presente en nuestro propio tiempo, impactando en la vida de las personas y comunidades: violencia y guerra, crisis ambiental, tecnología deshumanizante, desinformación y manipulación, materialismo y consumismo, injusticia social, indiferencia y falta de compasión".
"Pienso también en la capacidad de los humildes, del pueblo sencillo, para reconocer, custodiar y hacer germinar signos de esperanza y de resistencia, a menudo en medio de grandes desafíos", puntualizó y enfatizó: "Estos signos de esperanza y resistencia, presentes en la vida diaria del pueblo sencillo, son una muestra de que, a pesar de los desafíos, existe una voluntad colectiva de avanzar hacia un futuro mejor".
El diocesano aseguró que "el primer signo de esperanza que Dios nos ofrece es siempre este: la comunidad misma. La fiesta de hoy, la Asunción de la Virgen, nos invita a mantener viva esta misma esperanza".
"En medio de una crisis grande, en medio de tantos desafíos, entre 'peligros y angustias', ponemos la mirada en María, la humilde servidora", sostuvo.
Monseñor Margni finalizó invitando a renovar "nuestro sí a la llamada del Evangelio, confiando en la promesa de Dios que jamás abandonará a los suyos, y poniéndonos en camino juntos, como comunidad cristiana, para ser signo de fraternidad y justicia, de misericordia, de solidaridad, de cuidado, signo humilde y luminoso de esperanza para nuestro pueblo".+