Mons. Lozano: "Navidad nos trae un mensaje de fraternidad y de paz"
- 18 de diciembre, 2022
- San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan llamó a disponer espiritualmente para recibir al Niño y recordó que "en Navidad Dios nace en fragilidad y se pone del lado de los postergados, de los que no cuentan".
Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), animó a disponerse espiritualmente para la celebración hermosa de la Navidad, pero sin distraerse “en cosas que hacen más ruido que el nacimiento de un Niño”.
“Ya está cerca el que viene a nuestro encuentro. No quiere ser visita ocasional, sino hospedarse de modo permanente, habitar entre nosotros, mudarse a nuestro barrio. Está recorriendo las calles, jugando en las plazas, haciendo las compras en el almacén, esperando el colectivo, trabajando en el taller o la huerta, buscando trabajo, amamantando su bebé, enfermo o preso”.
El arzobispo sanjuanino advirtió que “no lo vamos a encontrar en sonidos que aturden, en paraísos artificiales que enajenan, en el consumismo que harta. No lo veremos entre los poderosos e influyentes”, e indicó: “Se pasea entre los pobres, los enfermos, los últimos”.
“En los templos, en algunas de nuestras casas o vidrieras de comercios, donde hemos armado el pesebre. La cuna está preparada, pero puede quedar vacía. El Niño Dios no viene de prepo ni haciéndose lugar a los codazos. Él se ofrece. Lo que a veces se dice en algunas publicidades, en este caso es cierto: ‘si lo querés, lo tenés’. Solamente hace falta estirar los brazos para tomarlo y llevarlo junto a tu pecho”.
Monseñor Lozano consideró que “uno de los problemas que más nos aqueja es la angustia existencial, una vida cargada de sinsentido. Tenemos muchos instrumentos tecnológicos para comunicarnos y, sin embargo, estamos más solos que nunca. Sabemos que la felicidad no consiste en poseer muchas cosas, sino más bien unas pocas necesarias. Aun así, nuestra vida va por la búsqueda de otros logros”.
“También la Navidad nos trae un mensaje de fraternidad, de paz. Pero mientras haya inequidad se impone la anomia denominada como ‘la ley del más fuerte’ y se pisotea a los débiles. En Navidad Dios nace en fragilidad y se pone del lado de los postergados, de los que no cuentan”.
El secretario general del Celam recordó que “este año tenemos de manera particular la mirada en Ucrania, en su pueblo que sufre a causa de la guerra. Familias desmembradas, muerte absurda, destrucción, miedo, angustia”, por lo que pidió que el corazón de cada uno “sea solidario en el dolor de esa porción de la familia humana”.
“En la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, Dios hecho hombre, ni más ni menos que la llegada de un bebé divino que nos abre a la esperanza de algo nuevo. ¡Bienvenido, Niño Dios!”.+