Mons. Lozano llamó a consolar en la angustia y el desamparo
- 11 de noviembre, 2018
- San Juan
En la Jornada Nacional del Enfermo, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, llamó a "visibilizar y acompañar especialmente a los hermanos que tienen la salud deteriorada, a sus familias, sus seres queridos, los que se dedican a cuidarlos".
"Queremos sensibilizarnos con todos ellos como Pueblo de Dios según el mensaje de Jesús",subrayó, y señaló: "Los enfermos no son un cuerpo que se traslada de un lugar a otro, ni un número de historia clínica. Ellos son personas con dignidad y derechos".
El prelado alentó a "pensar en varias situaciones, lamentablemente comunes" y enumeró: "Personas que están solas por días y semanas porque están internadas lejos de su pueblo y sus amigos".
"He visitado en hospitales gente que su casa está a más de 100 kilómetros de distancia, y con el costo de los pasajes y el alojamiento, hace muy difícil la visita y acompañamiento de la familia. Otros tienen dificultades administrativas y esperan por días, semanas, meses que les autoricen algún tratamiento de la propia Obra Social con trámites engorrosos", puntualizó.
"Soledad, pobreza, dolor físico, incertidumbres, son componentes combinados que generan angustias y desamparo", advirtió.
El arzobispo sanjuanino invitó a mirar también a las familias de los pacientes: "Algunos duermen sentados junto a la cama del enfermo durante varias noches, o en el hall del hospital o la terminal de ómnibus. No tienen lugares amigables para higiene, ropa limpia, comida para sostener un ritmo intenso cotidianamente", detalló.
"Muchas veces no cuentan con información clínica frecuente y en lenguaje accesible. ¿Hasta cuándo estará internado? ¿Qué tratamiento deberá seguir? Incertidumbres que también derraman angustias y desamparo", aseguró.
"Algo semejante sucede a quienes están en hogares de ancianos, abandonados y sin cuidados adecuados, con visitas cada vez más espaciadas", lamentó.
Monseñor Lozano destacó que "en estos lugares de dolor aparecen manos de ternura y corazones amplios que dan cabida a muchos hermanos llevando el consuelo de la compañía, la fortaleza que brinda la oración, la paz de la presencia. Una manera concreta de amparo y contención en las noches de soledad".
Asimismo, se refirió puntualmente a "los voluntarios de la Pastoral de la Salud, hombres y mujeres que dedican horas y afecto" e indicó: "Algunos son miembros de movimientos apostólicos, otros son religiosas y religiosos, capellanes".
Y pidió: "Recemos por ellos, para que superen el desaliento, las dificultades, los desafíos? Tengamos una palabra también acerca del personal de la salud que no se deja vencer por la costumbre y la rutina. Unos cuantos que con pocos recursos hacen maravillas".
"Todos reconocemos que necesitamos más personas que escuchen el llamado de Jesús a visitarlo y servirlo en los hermanos enfermos. Esta Jornada es una buena ocasión para dar a conocer la Pastoral de la Salud y su tarea, y dar gracias a Dios por tanta generosidad escondida", concluyó.+