Mons. Lozano: La trata de personas es un delito aberrante
- 20 de septiembre, 2020
- San Juan (AICA)
"Juntos contra la trata. Solo juntos podemos derrotar esta plaga y proteger a las víctimas", dijo el arzobispo de San Juan de Cuyo al invitar a comprometerse en la lucha contra esta realidad criminal.
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, dedicó su mensaje semanal a la trata de personas, al estar cercano el 23 de septiembre, fecha en la que se realiza la jornada nacional de oración y reflexión sobre este delito aberrante.
“La trata de personas es una realidad criminal que nos avergüenza como seres humanos. Su finalidad es la explotación laboral o sexual, la pornografía infantil, o la extracción forzosa e ilegítima de órganos”, alertó.
“Es un drama muy serio que nos muestra la bajeza en que se consigue caer. Cuando una persona se puede comprar, ofrecer o alquilar como si fuera un objeto estamos ante un síntoma severo de descomposición social”, sostuvo.
El prelado advirtió que en la Argentina se esté desarrollando “una fuerte avanzada de grupos reglamentaristas que intentan influenciar en el gobierno nacional para que se considere la prostitución como un trabajo”.
“Es un error. No existe el derecho a oprimir ni usar a nadie. Vivimos en una sociedad con valores distorsionados”, aseveró y planteó: “El ‘consumidor’ es prostituyente”.
El arzobispo sanjuanino afirmó que “se pretende justificar conductas perversas con argumentos que contienen resabios de seudocultura machista y con una mirada de la sexualidad en un marco hedonista y frívolo”.
“Una relación que no respete el hecho de que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad, constituye un crimen grave contra la humanidad”, subrayó citando al papa emérito Benedicto XVI.
Monseñor Lozano recordó que “las víctimas suelen ser niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y cerca del 90% son mujeres. Por lo general son llevadas lejos de su casa, al principio con engañosas propuestas de trabajo o estudio, aunque no falta también el secuestro lisa y llanamente”.
“Luego son mantenidas en cautiverio por medio de cadenas, violencia y golpizas, o amenazas de matar a algún miembro de la familia si se escapan. Otro modo extendido de sometimiento es hacerlas adictas a alguna droga, obligándolas a prostituirse para suministrarles las dosis de sustancias según el grado de dependencia química”, graficó.
“Este delito es llevado adelante por organizaciones criminales, mafias que operan impunemente por medio de sobornos o amenazas a quienes debieran controlar y hacer cumplir la ley”, añadió.
El pastor sanjuanino señaló que “otro de los destinos de las personas robadas o retenidas ilegalmente es el trabajo esclavo. Se las somete para producción de prendas de vestir, falsificadas o reales, de marcas importantes en talleres clandestinos, o para el trabajo rural”.
“A su vez, las empresas y negocios que comercian prendas elaboradas en talleres clandestinos también son cómplices de opresión. No pueden ignorar el origen de la ropa que venden. Bajar los costos a expensas del trabajo esclavo es una grave inmoralidad. Somos llamados a unirnos en el cuidado de los más frágiles”, agregó.
Monseñor Lozano llamó a unirse contra este flagelo, con palabras del pontífice: “¡Juntos contra la trata! Solo juntos podemos derrotar esta plaga y proteger a las víctimas. La oración es la fuerza que sostiene nuestro compromiso”.+