Mons. Lozano: "La Noche de los Cristales Rotos todavía hace ruido"
- 9 de noviembre, 2020
- San Juan (AICA)
"La Shoah no debe ser olvidada" afirmó el arzobispo de San Juan de Cuyo con palabras del Papa, al reflexionar sobre el horror de aquella noche de 1938, primer pogrom antijudío e inicio del holocausto.
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, dedicó su columna semanal a reflexionar sobre la "Noche de los Cristales Rotos", en la víspera de la conmemoración de aquel hecho de 1938 considerado el primer pogrom antijudío y el inicio del holocausto judío.
“El odio había sido alentado por discursos de dirigentes oficiales responsabilizando de cualquier mal a los judíos. Una masacre que despertó el horror”, recordó.
“La destrucción fue programada y dirigida a sinagogas, tiendas y viviendas de ciudadanos judíos. Las calles y veredas se llenaron de vidrios rotos de las ventanas de las casas y las vidrieras de los negocios”, precisó.
El arzobispo sanjuanino consideró que “es difícil cuantificar las consecuencias con números precisos, ya que fueron manipulados por los dominadores”.
“Varios coinciden en que cerca de 200 (o muchas más) sinagogas fueron quemadas y vandalizadas; prácticamente ninguna quedó libre de los signos de la violencia. Además hubo cerca de 7.000 comercios apedreados y saqueados. Los hogares y sus familias también fueron atacados”, detalló. “El objetivo era causar estragos, demoler violentamente, desencadenar actos de violencia contra los judíos”, aseveró, y señaló que “la policía y los bomberos, se mantuvieron al margen como si nada pasara”.
Monseñor Lozano dio más datos sobre aquella noche violenta: “Unos 100 ciudadanos judíos fueron asesinados esa noche —se presume que el número puede ser mayor—; y unos 30.000, detenidos. Muchos fueron sacados de sus casas con la ropa que tenían puesta y subidos a camiones, para luego enviarlos al campo de concentración”.
Y aseguró: “Este fue unos de los primeros pasos de una persecución sistemática y asesinato de judíos en lo que se le dio posteriormente el nombre de holocausto”.
El arzobispo sanjuanino subrayó que en su última encíclica, el papa Francisco expresa: “La Shoah no debe ser olvidada. Es el ‘símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre cuando, alimentada por falsas ideologías, se olvida de la dignidad fundamental de la persona, que merece respeto absoluto independientemente del pueblo al que pertenezca o la religión que profese’”.
Monseñor Lozano expresó que “los atropellos a la dignidad de las personas lamentablemente continúan de diversas maneras en el mundo. Guerras, hambrunas, secuestros, torturas… Los asesinatos a causa de la fe son verdaderos martirios, destrucción del templo de Dios que es cada ser humano”.
“Indigna contemplar con dolor la destrucción de lugares de culto, verdadero atentado a la libertad religiosa. Seamos artesanos de paz”, concluyó.+