Jueves 14 de noviembre de 2024

Mons. Liébana fue ordenado obispo y asumió el gobierno pastoral de Chascomús

  • 2 de marzo, 2024
  • Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
El prelado animó a la comunidad diocesana a ser una Iglesia "orante, fraterna y misionera". "Deseo estar en medio de ustedes como el que sirve, como un padre, hermano, pastor y amigo para todos".
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Monseñor Juan Ignacio Liébana recibió su ordenación episcopal este sábado 2 de marzo en el gimnasio colegio Inmaculado Corazón de María. Asimismo, el nuevo prelado inició el gobierno pastoral de esa jurisdicción eclesiástica.

El consagrante principal fue el obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM; mientras que los coconsagrantes fueron el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge García Cuerva; el arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre; el obispo emérito de Chascomús, monseñor Carlos Malfa; y el obispo de Añatuya, monseñor José Luis Corral SVD.

Concelebraron la Eucaristía, el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa OP; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi; el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni; el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ;  el obispo de Villa de la Concepción del Rio Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP; el obispo de Bariloche, monseñor Juan Carlos Ares; el obispo de San Martín, monseñor Martín Fassi; el administrador apostólico de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando SJ; el obispo coadjutor de San Isidro, monseñor Guillermo Caride; los obispos auxiliares de La Plata, monseñor Alberto Bochatey OSA; monseñor Jorge González y monseñor Federico Wechsung;  el obispo emérito de Mar del Plata, monseñor José María Baliña; y el obispo emérito de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga. 

Además, concelebraron sacerdotes de Chascomús, de la arquidiócesis de Buenos Aires y de la diócesis de Añatuya, entre otros.

Participaron de la celebración familiares y amigos del nuevo obispo, autoridades municipales, religiosas y religiosos, laicos y fieles de diversas comunidades.

En sus palabras al nuevo obispo, monseñor Bokalic se refirió a "la dimensión del amor de Dios que busca a todos. En esta dimensión has tenido Juan Ignacio una hermosa experiencia de infatigable andar en el monte santiagueño y en los parajes de la diócesis de Añatuya”.

“En este nuevo llamado  -dijo-  el Señor te confía su palabra para que la compartas. Esta cercanía con Dios predispone al pastor entrar en el corazón de su pueblo y entrando en el corazón de sus hermanos, haciendo suyo el dolor, las orfandades, las angustias, tristezas y desorientaciones. De este modo nace una cercanía a cada hermano y hermana, a los que se acercan con ternura y compasión, y otros que se cruzan en su camino, cercanos o alejados llevando la Buena Noticia”.

El obispo de Santiago aseguró además que el pastor diocesano “acoge a todos, sin distinción ni discriminación, pastor que abre las puertas para que lleguen todos, porque todos están llamados al banquete de la vida”. “El obispo, en íntima colaboración con los sacerdotes, sus hermanos obispos, con la vida consagrada y el laicado, promueve una Iglesia que siempre está atenta a sus hermanos que están lejos y que tienen el derecho de conocer el amor de Dios, construyendo así una Iglesia en salida y con profundo sentido misionero”.

Y agregó: “Un pastor que, teniendo experiencia de su fragilidad, sabe acercarse con un corazón paterno a los más débiles, marginados y abandonados por la sociedad, para que puedan sentarse a la mesa”.

Finalmente, manifestó: “Querido hermano Juan Ignacio, se hombre de un Dios cercano y misericordioso, se imagen viva del Buen Pastor que ama dando la vida. Iluminado y lleno del Espíritu Santo, no pierdas nunca tu pasión de llevar el Evangelio a todos, en especial y como lo has hecho hasta ahora, a los más alejados”.

“Que la querida Virgen de Huachana, madre y señora del monte santiagueño sean tu refugio permanente para experimentar el consuelo de Dios y después consolar a nuestro santo pueblo de Dios”, concluyó.

Mons. Liébana: “Deseo una Iglesia orante, fraterna y misionera”
Por su parte, el nuevo obispo agradeció la presencia de cada obispo, sacerdotes y fieles , al tiempo que también brindó un particular agradecimiento a la diócesis de Añatuya, “donde aprendí a ser cura”. 

Monseñor Liébana destacó: “Comienzo con mucho entusiasmo y confianza esta misión que Dios me encomienda. Deseo estar en medio de ustedes como el que sirve, como un padre y un hermano, como un pastor y un amigo para todos. Deseo aprender junto a ustedes esta misión de ser obispo que me queda muy grande”.

“Me siento muy pequeño pero muy confiado en el amor de Dios y en la paciencia de ustedes. Quiero entender mi vida como una ofrenda de Dios para su pueblo, quiero ser ofrenda y entregar mi vida de corazón a esta tierra santa que Dios tiene reservada para mí”, enfatizó. 

En tanto, el nuevo prelado expresó: “Comienzo hoy junto a ustedes el ministerio episcopal con confianza, entusiasmo y humildad. Deseo presentarles un triple anhelo, que en palabras del cardenal Pironio, seamos una Iglesia orante, fraterna y misionera”.

“Un Iglesia orante: renovemos cada día la alegría y el compromiso de ser hombres y mujeres de oración. Qué hermoso que nuestras comunidades sean escuelas y casas de oración, reposada, silenciosa y contemplativa, que nos estimule para la entrega y el servicio desinteresado al prójimo”, subrayó.

Además, pidió ser “una Iglesia fraterna. Nuestra fraternidad ya es de por sí misionera, nuestro modo de amarnos ya tiene sabor a Evangelio. El buen espíritu suma, comparte, incluye y valora”.

“La misión es para la comunión, para hacernos uno con Dios, entre nosotros y con toda la creación, a fin de que Dios sea todo en todos. Quiero que seamos una comunidad misionera que lleve adelante acciones de prevención frente a la droga y a la delincuencia que quita la vida a nuestros jóvenes; una comunidad misionera que responda con acciones comprometidas en favor de la naturaleza”, aseveró.

Finalmente, animó a ser “testigos de la luz que disipa toda oscuridad y tinieblas“.+