Martes 24 de diciembre de 2024

Mons. Larregain expuso la reliquia de la Cruz de Cristo en España

  • 17 de diciembre, 2024
  • Cantabria (España) (AICA)
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de Migrantes e Itinerantes viajó al monasterio de Santo Toribio -donde se halla el "Lignum Crucis"-, para el "Congreso Itinerante Año Jubilar 2025".
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El actual presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral de Migrantes y Turismo, monseñor José Adolfo Larregain OFM, visitó España del 12 al 15 de diciembre, para participar de la presentación del "Congreso Itinerante Año Jubilar 2025", que se celebrará en Cantabria, en el espacio denominado "Camino Lebaniego", durante el mes de junio de 2025.

La invitación le llegó al prelado a través del Departamento para la Pastoral del Turismo de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de la Conferencia Episcopal Española, el obispo de Santander, la Consejería de Cultura Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria y la Fundación del Camino Lebaniego.

El obispo coajutor de Corrientes presidió la eucaristía en el monasterio de Santo Toribio, en Potes, el cual es parte del Camino Lebaniego, en Cantabria. Este trayecto de peregrinación conecta el monasterio de Santo Toribio, en Santander, con el tradicional camino a Santiago de Compostela.

Allí se encuentra el "Lignum Crucis", el mayor trozo de la cruz de Cristo existente, que se conserva en ese monasterio, atendido por la Orden franciscana. Al concluir la celebración, el prelado argentino exhibió la reliquia, un trozo de 60 centímetros del madero, el cual recibió el clavo que atravesó el brazo izquierdo de Nuestro Señor Jesucristo.

Las medidas del santo leño son de 635 milímetros el palo vertical y 393 milímetros el travesaño, con un grosor de 38 milímetros, y constituye así la reliquia más grande de la cruz de Cristo, por delante de la que se custodia en San Pedro, en el Vaticano.

Según estudios, es de madera de ciprés y data efectivamente de la época de Jesucristo. En la actualidad, el leño ha sido puesto en forma de Cruz, quedando entero el agujero dejado por el clavo que sujetó la mano izquierda de Cristo.

El camino Lebaniego
En la Edad Media, no se concebía peregrinar hasta Santiago de Compostela sin pasar por Santo Toribio, es decir, sin transitar por Liébana. Este lugar era, en sí mismo, lugar de peregrinación, con identidad propia, otorgada por los poderes curativos y milagrosos que se le atribuían a los restos del Santo de Astorga (al que se venera como santo Toribio) y a la propia Reliquia de la Cruz.

Algunos de esos peregrinos terminaban allí su camino y otros muchos continuaban hasta Santiago. Varias eran las rutas de enlace desde Liébana hasta Santiago, cada una diferente, cada una con su sello particular. Bien atravesando los Picos de Europa, bien retomando el Camino del Norte o bien a través de la Ruta Vadiniense, todos los caminos llevaban hasta Santiago, no sin antes haber llegado hasta Santo Toribio de Liébana.+