Mons. Jofré: "Todos en la Iglesia tenemos la misma dignidad"

El obispo de Villa María invitó a aprender no solo de la actitud de Jesús para dejar de lado la selectividad, sino también de la actitud del ciego que deja su manto para seguirlo.

Monseñor Samuel G. Jofré, obispo de Villa María, explicó que “desde el tiempo de los apóstoles hay en la iglesia una hermosa costumbre de tener reuniones para dialogar y resolver así cuestiones teóricas sobre la doctrina”. Además, señaló que desde el Concilio Vaticano ll, los pontífices han convocado a reuniones periódicas llamadas sínodos. 

Y agregó: “El papa Francisco ha querido reforzar la característica del dialogo, y por eso ha querido que se insista sobre la consulta a todo el pueblo de Dios, a toda la iglesia, y esa es precisamente la etapa pre sinodal de ida y vuelta de diálogos de todo el mundo. Y se va a dialogar precisamente sobre la sinodalidad”.

En ese sentido, el prelado insistió en que “todos en la Iglesia tenemos la misma dignidad. Todos tenemos una profunda comunión de fe y amor. Todos tenemos la misma misión de anunciar al mundo la salvación de Cristo”, y animó: “Hagámoslo en un estilo familiar, de diálogo de entendimiento, de consenso”.

Monseñor Jofré hizo mención de la primera lectura que hace una convocatoria de gente de todos los extremos del mundo. “Es gente muy diversa, gente muy distinta entre los que no faltan los ciegos ni los liciados , gente con defectos, con miserias, con pecados, que a los ojos del mundo es una carga”, pero destacó que “nadie se queja del otro, ni por cansancio ante los límites ni miserias ajenas ni por envidia ante los éxitos y talentos de los demás”.

En esta línea, señaló el Evangelio del domingo: “Porque sínodo es caminar juntos y en el Evangelio vemos a Jesús que camina acompañado por los apóstoles, por un grupo de discípulos y por una gran multitud. No todos tenían la misma fe, pero tenían un interés por Él, tenían algo de fe, quizás no estaban del todo convencidos, quizás buscaban milagros, quizás beneficios, pero reconocían la mano de Dios en Jesús y lo seguían”.

“Los que hemos de caminar juntos somos corresponsables de la vida de la Iglesia. No hay miembros activos ni miembros pasivos”, añadió.

“En el Evangelio dice que lo seguían desde Jericó. Muchas veces, en la Sagrada Escritura, Jericó representa la ciudad del pecado, así como Jerusalén representa la ciudad santa. Jesús estaba saliendo de Jericó; esto representa la obra salvadora de Cristo que quiere sacar a la humanidad del pecado”, reflexionó, y recordó: “Todavía en este ámbito de Jericó hay un hombre al costado del camino que no puede seguirlo, que lo único que puede hacer es gritar”.

En cuanto a esto mencionó a la gente que quería callar a este ciego: “Muchas veces la vida del pecador molesta, y la queremos acomodar, silenciar. No es esa la actitud de Jesús”. Y exhortó: “Tenemos que aprender de Jesús, pero también tenemos que aprender el ciego que cuando Él lo llamó dejó su manto, que era su riqueza”. 

Por último, monseñor Jofré afirmó que “también tenemos que hacer lo que Jesús nos enseña cuando dice ‘llámenlo’. A veces somos un poco selectivos llamando algunos, pero la llamada de Cristo es universal”.+