Mons. Han Lim Moon: Abrir el corazón y las manos para recibir al Espíritu
- 1 de junio, 2020
- San Martín (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión para el domingo de Pentecostés, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, invitó a la comunidad a abrir "el corazón y las manos para recibir al Espíritu Santo".
En su reflexión para el domingo de Pentecostés, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, invitó a la comunidad a abrir “el corazón y las manos para recibir al Espíritu Santo”, y dio tres indicaciones prácticas para poder recibirlo en casa.
“Hoy celebramos la fiesta de la llegada del Espíritu Santo, después de 50 días de Pascua, es decir, Pentecostés. Esta fiesta tiene su origen en la alianza de Dios con el pueblo judío realizada en el monte Sinaí, unos 50 días después de la pascua”, anunció al comenzar.
El Señor había expresado a través de los profetas, “que iba a regalar un corazón y un espíritu nuevo y a hacer una nueva alianza, grabándola en este nuevo corazón y no en una tabla de piedra”. Esa promesa se cumplió en Jesús con la nueva alianza, que “quedó sellada por el envío del Espíritu Santo en esta fiesta de Pentecostés”, indicó monseñor Moon.
El prelado describió al Espíritu Santo como: “Viento fuerte expresando su dinamismo; lenguas de fuego que descendieron sobre cada uno de los presentes; este fuego simboliza la purificación, la transformación y el ardor del amor divino; por estas ‘lenguas’ de fuego los apóstoles, llenos del Espíritu Santo, comenzaron a proclamar con ardor el fuego del amor de Dios a todos los pueblos”.
Lo más “asombroso” de ese momento, recordó monseñor Moon, fue “que cada uno de los oyentes de distintas lenguas comprendió el mensaje del amor de Dios en su propia lengua”. Y ese Espíritu “es el que hoy nos regalan el Padre y el Hijo”, aseguró. Por este motivo, “ahora Jesús intercede ante el Padre para que nos regale el Espíritu Santo, que es la culminación y el fruto de toda su obra redentora realizada durante 33 años con mucho amor y le costó su vida”.
Para recibir el Espíritu Santo, monseñor Han Lim Moon dio indicaciones: “Estar unidos y no dispersarnos; participar entrando en esa comunidad de fe, el cenáculo, acompañados de la Virgen María, rezando para ensanchar nuestro corazón y así recibir el fuego del amor de Dios que es puro regalo; y pedir humilde y confiadamente al Padre el Espíritu Santo”.
Finalmente, el prelado invitó a la comunidad a abrir “el corazón y las manos para recibir al Espíritu Santo”, y realizó una oración de invocación: “¡Ven, Espíritu Santo, ven! ¡Te necesitamos, te anhelamos, renueva con tu amor completamente nuestra vida!”.+