Mons. González Balsa: ´Para este nuevo año, con Dios todo, sin Él nada´
- 4 de enero, 2024
- Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA)
Para el 2024, el obispo auxiliar de Río Gallegos llamó a ser "predicadores de la esperanza y a confiar en el Señor, como lo hizo Abraham".
El domingo 31 de diciembre, monseñor Fabián González Balsa, obispo auxiliar y administrador diocesano de Río Gallegos, celebró la Santa Misa en honor de la Sagrada Familia y saludó a la comunidad por Navidad y el año nuevo.
En su homilía, deseó que “el 2024 sea realmente un año bendecido, poniéndonos en manos de la Virgen y deseando paz. Muchas veces, cuando compartimos la oración de la misa y rezamos unos por otros, pedimos paz. Paz para el mundo, para muchos lugares de nuestro planeta en guerra, pedimos paz. Para nuestra querida Argentina convulsionada por el enojo, por los gestos también violentos, por el no escucharnos, el no aceptarnos: pedimos también paz para nuestros hogares, para nuestras familias”.
“Familias, de una manera especial: la propia la familia, y un poquito más grande, nuestra diócesis, nuestra iglesia, nuestra provincia, nuestro país. Y una familia todavía un poco más grande, la familia humana. Para el mundo todo, pedimos por este cuidado, esta protección de José, María y del niño Dios, para, como Él, el Niño Dios, poder crecer, poder estar fortalecidos en gracia, en sabiduría, en esperanza”.
Monseñor Gonzalez Balsa también llamó a vivir con fe este año: “Los tiempos que se aproximan no son tiempos fáciles. Son tiempos difíciles, aquí y allá y en todos lados, pero somos personas de fe, así como Simeón y Ana, dos personas mayores que confiaron en el Señor y sabían que iban a encontrarse con Él. Bueno, también nosotros tenemos ser predicadores de esperanza y de que no queda otra que confiar en el Señor, así como lo hizo Abraham, que terminó siendo padre de un pueblo numeroso, un hombre viejo como su esposa, que no tenían descendencia”.
“Me parece que en este último día del año, en este domingo, donde ponemos la confianza en la Sagrada Familia, en el niño Dios, en José y María, y donde ponemos el año que vamos a comenzar en manos de nuestra Madre, pidiendo paz, no perder esta esperanza, no perder esta confianza que, en definitiva, los destinos de este pueblo que peregrina están puestos en este Dios que nunca abandona. Insisto, son tiempos difíciles que nos van a tocar vivir como comunidad, como familia, como Argentina, como iglesia diocesana. Son tiempos difíciles, pero no por eso dejar de mostrar a Aquel que con Él lo podemos todo”.
Para finalizar, invitó a pedir la gracia de seguir anunciando la Buena Noticia: “Cuando hoy a la noche brindemos, choquemos las copas y nos deseemos lo mejor, que aparezca también este deseo grande: con Dios todo, sin Él, nada”.
“Que el Señor nos acompañe, y como iglesia diocesana de Río Gallegos, nuestras queridas provincias de Tierra del Fuego y de Santa Cruz tengamos deseos también de no dejar de anunciar esta Buena Nueva. Que el 2024 sea un año grande por la misión que cada comunidad, cada parroquia, nuestra iglesia,va a desarrollar de distintas formas y maneras”.
“Que tengamos estos deseos de continuar. Desde este anuncio de la Buena Nueva, el Señor siempre está con nosotros. Ojalá que también, como creyentes, podamos tener esta experiencia de crecer, de fortalecer, de estar llenos de sabiduría, llenos de la gracia de Dios. Que así sea”, concluyó. +