Mons. García: "Dios se dejó seducir por el amor de Bachi hacia su pueblo"
- 30 de agosto, 2020
- San Justo (Buenos Aires) (AICA)
"Bachi se metió el barrio en el corazón y desde el corazón metió al barrio en el corazón de la Iglesia", aseguró el obispo de San Justo en la misa por el descanso eterno del cura villero.
El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, presidió la misa por el eterno descanso del presbítero Basilicio Brítez, quien murió el 29 de agosto tras estar tres meses en terapia intensiva con coronavirus.
La celebración eucarística fue en la parroquia San Roque González y Compañeros Mártires, del barrio Almafuerte, y transmitida por "streaming" a través de las redes sociales. Concelebró el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara.
“Las primeras palabras del profeta Jeremías, 'Tú me has seducido, Señor, y yo me dejé seducir', se aplican en cuerpo y figura al padre Bachi que se dejó seducir por Dios. Un Dios que ama profunda y entrañablemente, desde las tripas, a su pueblo. El padre Bachi dejó que este amor de Dios se hiciera vida y carne en su corazón, en sus gestos”, aseguró.
El prelado matancero afirmó que esa lección de vida estaba centrada en un “Dios que lo sedujo para servir a su pueblo, porque también el corazón del padre Bachi estaba seducido por su pueblo. Ese pueblo al que él pertenecía, al que él amó siempre, ese pueblo al que le consagró la vida”.
“El corazón del padre Bachi se asemeja al corazón de Dios. Dios también se dejó seducir por el corazón de Bachi. Dios se dejó amar por el corazón de Bachi y en esta unión profunda de dos que se amaban y que amaban lo mismo, a su pueblo querido, se produjo esto tan grande que es alguien que camina y pasa haciendo el bien, que cava una huella profunda, la huella de aquel que ama. No es la huella de aquel que pisa fuerte sino la de aquel que pisa delicadamente”, sostuvo.
“Es el mismo Bachi que un día le preguntó a Dios: '¿Y yo?', Como dirán otros profetas: yo que soy nada, yo que soy nadie. Y el Señor le dirá: 'Sí, vos, donde quiera que vayas vos vas a estar donde yo esté, vos le vas a hablar a mi pueblo'. Y perdió el miedo. Perdió el miedo al 'cómo yo que soy de este barrio…'. 'Sí, vos'. Vos justamente por eso. Vos que sos hijo de este barrio, vos que conocés el palpitar del corazón de este barrio desde adentro, vos vas a ser el corazón que entienda a la gente, el corazón que lo abrace como el buen samaritano. Y con Dios se puede”, reflexionó.
Monseñor García sostuvo: “Eso es lo que Bachi sembró en este barrio y en la Iglesia de San Justo. Con Dios se puede. Existe un San Justo que tenemos que mirar más allá del Camino de Cintura, existe vida allá. Yo también como pastor veo vida y vida buena, vida fuerte, vida alegre. Vida que nos llenó con sus bombos, sus cantos y redoblantes, y tantas otras cosas. Y comenzamos a ser Iglesia todos, todos juntos”.
“Bachi es un hombre de Iglesia. Se metió el barrio en el corazón y desde el corazón metió al barrio en el corazón de la Iglesia. Bachi seducido por Dios y, estoy convencido, de que Dios se dejó seducir por el amor de Bachi hacia tu pueblo”, concluyó entre lágrimas y aplausos.+