'Tenemos que empezar a dejar iluminar nuestro corazón", pidió el arzobispo porteño
- 31 de marzo, 2024
- Buenos Aires (AICA)
Mons. García Cuerva presidió la Vigilia Pascual y animó a que, a pesar de las dificultades y problemas, "tenemos que tratar de que amanezca en el corazón y en nuestra vida".
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la Vigilia Pascual en la catedral metropolitana, de la que participó un gran número de fieles. El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza, y algunos sacerdotes concelebraron con el arzobispo.
Participó de la celebración también el arzobispo en Buenos Aires y metropolita de toda Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Griega del Patriarcado de Constantinopla, monseñor Iosif Bosch.
A la luz del relato evangélico que narra a María Magdalena y María, la madre de Santiago y Salomé, invadidas por la tristeza y el abatimiento luego de la muerte de Jesús, el prelado recordó que “cada uno de nosotros tiene sus tristezas, sus abatimientos, sus preocupaciones”.
Sin embargo-dijo- “igual que aquellas mujeres, vamos al encuentro que Jesús”. “También hoy para nosotros, igual que fue para ellas, aparece esta enorme y gran sorpresa de un joven sentado a la derecha y vestido con una túnica blanca que les dice: ‘No teman, ha resucitado, no está aquí’”.
“Así como se acerca aquel joven a las mujeres con aquella buena noticia, también se acerca a cada uno de nosotros y nos dice: ´No teman, ha resucitado, no está aquí’. A pesar de tus tristezas, tus abatimientos y preocupaciones, cree de verdad, que tu amigo resucitó, venció a la muerte para siempre, que el sepulcro está vacío”, agregó.
Además, se refirió a otro sentimiento que acompañaban a esas mujeres, que era el miedo, un sentimiento que “también nos acompaña a nosotros”. “El miedo a la inseguridad, a que nos pase algo y que le pase algo a los seres queridos, el miedo a la inestabilidad económica, el miedo del futuro y el miedo a la enfermedad”, continuó.
Aseguró que “estas mujeres transitaron por los mismos sentimientos que tenemos nosotros. Ellas también están con tristezas, abatidas por los problemas, están preocupadas, ellas también tienen miedo. Pero en el medio reciben la mejor y hermosa noticia, ‘Jesús está vivo’”.
“Tenemos que empezar a dejar iluminar nuestro corazón. Así como empieza a amanecer en algún momento y la oscuridad se transforma en luz, como nosotros hoy que comenzamos a oscuras y nos fuimos iluminando con el cirio pascual, así también tenemos que tratar de que amanezca en el corazón y en nuestra vida, a pesar de todo”, enfatizó.
Finalmente, aseveró: “Necesitamos que amanezca en nuestra vida, necesitamos cargarnos de esperanza y que las oscuridades se vayan corriendo, que las preocupaciones se vayan achicando, que los miedos se vayan yendo porque el resucitado está en tu vida, porque la tumba está vacía”.+