Mons. García Cuerva: 'Nos falta unirnos por los grandes problemas del país'

El obispo de Río Gallegos llamó a "vencer todas las grietas" y "dar razones de porqué pensamos como pensamos, sentarnos a una mesa, entender que el otro es mi hermano, aunque tenga otras creencias".

El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, compartió su reflexión a la luz de las lecturas de la misa del domingo 14 de mayo, y recordó al respecto “la grieta existente entre judíos y samaritanos” y señaló que “hoy Felipe, igual que Jesús y del que es discípulo, da el paso al encuentro con los samaritanos, y después lo harán otros discípulos, que van a bautizar con el Espíritu Santo a los samaritanos”.

El prelado dijo que “esto en algún momento se corta y encontramos, en estos discípulos que nos relata el Libro de los Hechos de los Apóstoles, el paso. Podríamos decir que viven la cultura del encuentro de la que nos habla el papa Francisco, podemos decir que viven lo que el Papa dice de tender puentes; salieron al encuentro, una Iglesia en salida, que no discrimina, no rechaza, se abre a todas las culturas, porque el mensaje de Dios, del Evangelio, es para todos”.

En esa sintonía, monseñor García Cuerva dijo que “hoy actualizamos este mensaje del Libro de los Hechos de los Apóstoles, y lo primero que me parece que tenemos que reconocer es que no es entre judíos y samaritanos, sino que son muchísimas las grietas que vivimos, que sufrimos. Nuestra Argentina está atravesada por grietas, grietas que a mí me gusta llamar heridas, porque duelen”.

Esas heridas, dijo, “nos duelen por no poder encontrarnos, por no poder entender que el otro es mi hermano, aunque tenga otras creencias, otras ideologías y costumbres, entender que el otro es hijo de Dios como yo y que el mensaje del Evangelio es para todos”.

De cara a las próximas elecciones generales del país, el obispo de Río Gallegos se preguntó si es que “podremos entender de una vez por todas que tiene que haber cuatro o cinco temas que a los argentinos nos unan, que podamos vencer todas las grietas y, dando razones de porqué pensamos como pensamos, sentarnos a una mesa”.

“Es importante que demos explicaciones, que cada uno tenga su argumento de porqué cree en esto y porqué piensa de esta manera, pero que eso no nos transforme ni en cristianos ni en argentinos intolerantes, sino al contrario, que nos abra a la posibilidad de encontrarme con el otro”, agregó.

Finalmente, expresó: “Pidamos con fuerza al Espíritu Santo, que nos ayude como argentinos a vencer todas las grietas y que, igual que aquel Felipe, seamos capaces de dar el paso, de descubrir que el otro es mi hermano”.+