Mons. García Cuerva animó a un compromiso con la construcción del proyecto de Dios
- 18 de junio, 2024
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires consideró que la Argentina y el mundo necesitan de "cristianos comprometidos en los valores de la justicia, de la libertad, de la solidaridad".
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, consideró que la Argentina y el mundo, necesitan de "cristianos comprometidos en los valores de la justicia, de la libertad, de la solidaridad".
"El mundo necesita de testigos más que de maestros. De testigos auténticos, por eso en esta misa pedimos especialmente para que cada uno de nosotros se anime a ser constructor del Reino", destacó en su homilía dominical y planteó: "Con pequeños gestos cotidianos que quizás no aparezcan en ningún diario ni sean portal de ninguna noticia, sin embargo, con gestos cotidianos construimos el Reino o también con gestos cotidianos destruimos el proyecto de Dios".
"Nada destruye más el proyecto de Dios que el egoísmo, que el individualismo, que la bronca, que el rencor, que la injusticia, que las guerras", subrayó y llamó, con palabras de Juan Pablo II, a renovar el compromiso de ser "constructores del Reino construyendo la civilización del amor".
En otro pasaje de la homilía, el arzobispo porteño hizo hincapié en la semilla, que "es promesa de lo nuevo".
"La semilla es un poco el reflejo de la vida, porque es pasado cuando uno mira una semilla sabe de qué árbol viene, es presente porque uno tiene la semilla en sus manos o la semilla está en la tierra y es futuro porque confiamos en que la semilla germine y dé mucho fruto", puntualizó.
"Pienso que la vida de cada uno de nosotros es como una semilla. Una semilla que sabemos que tiene un montón de cosas buenas dentro. Cuando uno siembra, uno cree en la fuerza de la semilla", sostuvo y preguntó: "¿Seremos capaces de creer en la fuerza que hay en cada uno de nosotros? Serán capaces, por ejemplo; ¿Quiénes educan, de creer en la fuerza interna que hay en sus alumnos? de eso se trata la educación".
Monseñor García Cuerva recordó que "la palabra educar viene de 'educere', sacar de adentro lo mejor del otro" y exclamó: "Qué lindo cuando alguien confía y quiere sacar algo de adentro del otro porque confía que el otro tiene mucha fuerza y mucha riqueza interna".
"Por eso, quería que hoy por un lado nos comprometamos una vez más a ser constructores del proyecto del reino de Dios", insistió y añadió: Por otro lado, igual que ese hombre que echa la semilla, confiemos en Dios".
"Que no nos dejemos ganar por la ansiedad, que no apuremos y arruinemos todo. Que no atropellemos la vida de los otros y que, como semilla, creamos que lo mejor está dentro y puede salir. De esa misma manera tenemos que tratarnos, creyendo que en el otro hay cosas buenas", concluyó.+