Mons. Gänswein: "Benedicto XVI vivió amando al Señor hasta el final"
- 5 de enero, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Triste, conmovido, pero en paz, el secretario del papa emérito recuerda: "La mayor enseñanza es que la fe escrita, la fe hablada y proclamada no es sólo algo que dijo y predicó, sino algo que vivió".
El arzobispo Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia y secretario particular primero del cardenal Joseph Ratzinger y después de Benedicto XVI, relató los últimos momentos de la existencia terrenal del hombre que sirvió a la Iglesia como obispo de Roma de 2005 a 2013, antes de tomar la decisión histórica de renunciar al papado hace casi una década.
Consultado sobre cómo vive este momento, tras haber pasado gran parte de su vida con Benedicto XVI, el arzobispo indica que está “humanamente, muy sufrido; espiritualmente, muy bien”, y agrega: “Sé que el papa Benedicto está ahora donde quería ir”.
“Murió en la octava de Navidad, su tiempo litúrgico favorito, en el día de uno de sus predecesores: San Silvestre, Papa bajo el emperador Constantino. Había sido elegido en la fecha en que se conmemora a un Papa alemán, San León IX, de Alsacia; murió en el día de un Papa romano, San Silvestre”, reflexiona quien fuera su mano derecha en una entrevista emitida el miércoles por Radio Vaticano.
Sobre las palabras de su testamento espiritual que más lo conmovieron, monseñor Gänswein asegura que “el testamento como tal fue lo que más me conmovió”. “Si tuviera un texto como tal, sin conocer al autor, lo habría reconocido. Dentro está el espíritu de Benedicto. Leyéndolo o meditándolo se ve que es suyo. Todo él está aquí, en dos páginas”, asegura.
Escrito a mano en el segundo año de su pontificado, el texto dice en alemán "O-Ton Benedikt", que significa "éste es Benedicto". “Es una acción de gracias, pero también es un estímulo para los fieles, para que no se dejen llevar por ninguna suposición, ni en el campo teológico o filosófico ni en ningún otro. En definitiva, es la Iglesia, Cuerpo de Cristo que vive, la que comunica la fe a todos y para todos”.
Acerca del mensaje más fuerte de su pontificado, explica que “su fuerza reside en el lema que eligió cuando se convirtió en arzobispo de Munich: ‘cooperatores veritatis’, es decir, ‘cooperadores de la verdad’, y éste es su mensaje: no sigas una teoría sobre la verdad, sino sigue al Señor”.
Sobre la verdadera razón de la renuncia, remarcó: “Hay quienes no creen o hacen teorías, diciendo que 'dejaría una parte pero se quedaría con otra', etc. Todos los que dicen esto sólo hacen teorías sobre una palabra u otra y al final no confían en Benedicto, en lo que dijo. Pero la verdad desnuda es ésta: ya no tenía fuerzas para dirigir la Iglesia, como dijo en latín aquel día. Los que piensan que pueden o deben encontrar alguna otra razón se equivocan. Comunicó la verdadera razón”.
Al revelar cuál es la mayor enseñanza para su vida y qué es lo que más echará de menos de Joseph Ratzinger refirió: “La mayor enseñanza es que la fe escrita, la fe hablada y proclamada no es sólo algo que dijo y predicó, sino algo que vivió. El ejemplo para mí es que la fe aprendida, enseñada y proclamada se convirtió en la fe vivida. Y esto para mí -incluso en este momento en que estoy sufriendo, no solo- es un gran alivio espiritual”.+