Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Frassia: En tiempos difíciles, confiar en el Señor

  • 30 de mayo, 2019
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
En estos tiempos difíciles, en este mundo tan complejo, tan perplejo, donde pareciera que todo se viene abajo, se derrumba o se destruye, confiemos en el Señor que nos asegura su presencia, su fuerza y su amor", aconsejó el obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Rubén Oscar Frassia.
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En estos tiempos difíciles, en este mundo tan complejo, tan perplejo, donde pareciera que todo se viene abajo, se derrumba o se destruye, confiemos en el Señor que nos asegura su presencia, su fuerza y su amor", aconsejó el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, al reflexionar sobre el Evangelio del sexto domingo de Pascua.

En el texto de ese Evangelio, se narra el momento en el que Jesús, en la Última Cena, "nos dejó su Testamento por medio de los Apóstoles, sus últimas recomendaciones: ´el que me ama debe ser fiel a su palabra´ porque si es fiel a la palabra, el Padre también lo amará y estará presente".

El prelado de Avellaneda explicó que "esto es algo que muchas veces no pensamos; cuando recibimos a Jesús estamos recibiendo al Padre y al Espíritu Santo; entramos en la Comunión con la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una misma realidad, distintas misiones, distintas manifestaciones, tres personas pero un solo Dios verdadero.



"Esta inhabitación es porque nosotros también tenemos un llamado a una vida trinitaria; entramos en una verdadera comunión. Esa comunión que nos hace entrar en comunión con todos los demás; esa sinodalidad que hoy está fuertemente expresada en el caminar juntos. Caminaremos juntos en la medida que Dios esté presente en cada uno de nosotros.

Por eso, señaló el obispo, "es muy importante abrirnos a la presencia de Dios. Recibir la Palabra y guardarla, y así la fuerza del Espíritu Santo nos va a enseñar pero nos va a recordar todo lo que Jesús hizo y dijo para nosotros. De esa forma se avivará el Espíritu en nosotros, por eso estamos adorando al Dios vivo, no al muerto; al que está presente, al que ha triunfado, al que ha vencido al pecado y la muerte. No nos inquietemos, no tengamos miedo, pero alegrémonos porque tenemos el amor en el Señor, tenemos la seguridad y la certeza de que Él está en medio de nosotros".+