Mons. Croxatto: En medio de las tormentas, renovemos la fe
- 12 de agosto, 2020
- Neuquén (AICA)
El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa del domingo en la catedral María Auxiliadora.
El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa del domingo 9 de agosto en la catedral María Auxiliadora. En su homilía, el prelado se refirió al Evangelio y destacó la alegría y la serenidad que nos da “saber que el Señor está cerca nuestro, y que justo en este tiempo que nos toca, estas palabras sean las que el Señor nos quiere compartir”.
Este Evangelio, es el Señor que lo acaba de pronunciar para todos nosotros y acerca esta Palabra para nosotros, porque estamos en tiempos de tormenta, muchas tormentas. No solamente la oficial, la que tiene el nombre de pandemia, sino tormentas interiores, tormentas psicológicas, tormentas espirituales, tormentas sociales, económicas, educativas y tantas otras tormentas por todos lados. Los vientos soplan y soplan, y nosotros estamos metidos en este tiempo de tormenta, y cada uno sabrá la tormenta interior que podemos tener cada uno de nosotros”.
“Y si vamos escuchando los distintos domingos, las palabras que hemos escuchado, ¡Cómo no asombrarse y dar gracias al Señor! Gracias porque estás cerca, porque salís a nuestro encuentro y siempre nos tirás alguna pista para saber por dónde va el camino”, aseguró.
En ese sentido, el prelado destacó algunas de las pistas que el Señor nos va poniendo en el camino, frente a nuestras tormentas. “La primera de todas, que no tenemos que perder nunca, es una de las expresiones que está detrás de toda esta Palabra. En medio de las tormentas, ¿cómo descubrirte, Señor?”, planteó. “Cuando lo vemos a Jesús que se va a orar, vemos esa expresión de aquel que va a buscar un lugar sereno, incluso en medio de la tormenta, va apareciendo en la calma una imagen. Todo nos habla de una serenidad, de una paz”.
“Y si hay algo que tenemos que tener presente es esto: en medio de las tormentas, no perder la calma, no perder la paz, buscar la serenidad”, animó. “Primero busquen la paz y después pónganse a ver por dónde el Señor nos quiere hacer caminar”, añadió, porque el Señor “quiere hablar en esa paz, en la suave brisa habla el Señor”.
En segundo lugar, advirtió que en medio de la tormenta, cuando la barca empieza a tambalear, existe la tentación de creer que el Evangelio “es un fantasma, que Jesús es un fantasma, que la Palabra de Dios es fantasma, que está más allá de nuestra realidad”. Al respecto, invitó a renovar la fe en ese Evangelio vivo. “Tenemos que renovar, tenemos que arriesgarnos en la fe, volver a decir que en su Palabra, Él está presente, que tenemos que volver a escucharlo, que Él está cerca y sale a nuestro encuentro”.+