Mons. Conejero Gallego: octubre, un mes para rezar el Rosario por las misiones y el Sínodo
- 6 de octubre, 2023
- Formosa (AICA)
"Que el ejemplo de Jesús y de tantos misioneros, nos animen a anunciar y proclamar, sin demora, la Buena Noticia del Reino de Dios hasta los confines de la tierra", pidió el obispo de Formosa.
El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, recordó que octubre es el mes dedicado a la Misión Universal y del Santo Rosario, y también -este año- a la realización de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, bajo el lema: “Para una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”.
“Tendremos una oportunidad magnífica para orar, profundizar nuestra vocación misionera y cooperar, consciente, participativa y eficazmente, con todos los miembros de la Iglesia en la Misión esencial del Pueblo de Dios: evangelizar”, aseguró.
Para esa tarea, el prelado formoseño consideró que podrán ayudar mucho, tanto el mensaje del Papa Francisco para la 97ª Jornada Mundial de las Misiones como la carta del cardenal Mario Grech a los obispos del mundo, para motivar la oración por el Sínodo.
Asimismo, señaló que “el Papa, inspirándose en el relato de los discípulos de Emaús formuló como lema de la Jornada Misionera 2023: ‘Corazones fervientes, pies en camino’, recorriendo, en su comentario, los pasos de este hermoso relato evangélico y aplicándolos a la misión de la Iglesia”.
En su editorial mensual en el periódico diocesano Peregrinamos, monseñor Conejero Gallego destacó en esos sentidos tres puntos:
- La Palabra de Dios ilumina y transforma el corazón.
- La Eucaristía, como culmen y fuente de la Misión.
- Pies en camino: la eterna juventud de una Iglesia siempre en salida.
El Papa, “al final de su mensaje, nos recuerda el itinerario sinodal que la Iglesia está recorriendo con las palabras clave comunión, participación y misión, invitándonos a escuchar al Señor Resucitado, participar en la Eucaristía, caminar juntos y, con la fuerza del Espíritu Santo, llevar a cabo la misión evangelizadora de la Iglesia: la Salvación a toda la humanidad”, sostuvo.
“El ejemplo de Jesús, Misionero del Padre, y el de tantos santos misioneros y misioneras a lo largo de la historia, nos animen y estimulen a anunciar y proclamar, sin demora, la Buena Noticia del Reino de Dios hasta los confines de la tierra y, así, alcanzar un día la Vida eterna”, concluyó.+