Mons. Conejero Gallego: "La paz en el bien, la verdad y la alegría"
- 7 de abril, 2022
- Formosa (AICA)
El obispo de Formosa animó a vivir "el amor, la justicia, la alegría y la paz, construyendo libre, decidida y responsablemente, una sola familia, la familia de los hijos de Dios".
En su editorial mensual en la revista diocesana Peregrinamos, el obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, subrayó la necesidad de paz que tiene el mundo.
“Ojalá que la Pascua del Señor, por la fuerza y eficacia de los sacramentos que celebramos con fe y alegría, suscite en nosotros esperanza, y la Iglesia, a la que nos gloriamos de pertenecer, haga realidad y ofrezca al mundo entero el perdón, la unidad y la paz”, escribió.
El prelado formoseño señaló que “durante más de un mes venimos viviendo la tragedia, el sufrimiento y el dolor, la locura -en palabras del papa Francisco- de la guerra”.
“Hemos reconocido nuestros pecados de individualismo e indiferencia, de ambiciones indebidas, hemos pedido perdón por no ser constructores de fraternidad universal. Acudimos al auxilio e intercesión de María, Madre y Reina de la Paz, y nos hemos consagrado a su Inmaculado Corazón, de manera especial los pueblos de Rusia y Ucrania. Queremos escuchar la voz del Espíritu de Dios, poner en práctica sus designios y caminar juntos -sinodalmente- por sendas de justicia y de paz”, sostuvo.
Por otra parte, el obispo de Formosa destacó que la Asamblea Anual postpascual del clero-consagrados de este año, será “ampliada y enriquecida” por la presencia de los laicos, los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral y por dos delegados-referentes de los Consejos Pastorales Parroquiales.
“Todos, en clima de escucha, oración, reflexión y discernimiento para conocer ‘lo que sucede y nos pide el Espíritu de Dios’. Juntos y unidos: Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación, misión. En estos mismos días, Semana de los Pueblos Originarios, haremos memoria del presbítero Francisco Nazar, vicario episcopal para estos pueblos, quien durante décadas acompañó, amó y sirvió a los aborígenes de nuestra diócesis de Formosa”, anunció.
Monseñor Conejero Gallego afirmó que no cabe duda de que “vivimos tiempos difíciles y desafiantes, dolorosos y complejos, en muchos ámbitos, social- político-económico, cultural, eclesial y religioso; pero a la vez, tiempos de esperanza y de gran oportunidad para renovarnos y fortalecer, con la ayuda de la gracia y no sólo con nuestras propias fuerzas, comunidades fraternas y solidarias, que vivan y testimonien los valores y bienes de la vida humana, el amor, la justicia, la alegría y la paz, construyendo libre, decidida y responsablemente, una sola familia, la familia de los hijos de Dios”.
“Alegrémonos y regocijémonos porque Dios, por medio de su amado Hijo Jesucristo, nos ha reconciliado y nos ha ofrecido su Salvación. Ahora, viviendo como peregrinos por la fe y la esperanza; un día, no muy lejano, participando ‘cara a cara’, presencialmente, de su banquete en la Jerusalén Celestial. ¡Felices Pascuas de Resurrección del Señor!”, concluyó.+