Mons. Conejero Gallego: El amor vence sobre el pecado y la muerte
- 11 de abril, 2022
- Formosa (AICA)
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, encabezó la procesión y presidió la misa del Domingo de Ramos en la catedral Nuestra Señora del Carmen.
Con una procesión desde el mástil municipal hasta la catedral Nuestra Señora del Carmen, y una misa presidida por el obispo, monseñor José Vicente Conejero Gallego, la comunidad de Formosa celebró el Domingo de Ramos.
En su homilía, monseñor Conejero Gallego retomó la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, proclamada en el Evangelio de San Lucas.
“Ante este misterio de Dios, de la Pasión y muerte de Jesús, desde lo más profundo de nuestro ser, clamamos como el mismo Jesús: ‘Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?’”, expresó el obispo.
“Este es el grito que surge del Espíritu del Señor, seguramente que este mismo interrogante, esta misma pregunta, muchas personas en el mundo, ahora especialmente en Ucrania y en Rusia, ante la muerte y la destrucción, la dirigen a Dios, con estas mismas palabras: ‘Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?’”, consideró.
“Incluso también puede que nosotros, ante la enfermedad, la muerte de un ser querido, ante el dolor y el sufrimiento, hayamos dirigido más de una vez esta pregunta a Dios. Pero como dice el profeta Isaías: ‘Vuestros pensamientos no son mis pensamientos, mis caminos no son vuestros caminos’”, señaló.
Al respecto, argumentó: “Porque sabemos por la fe que Dios, que tiene designios de paz y de amor para con los hombres, permite la pasión, el dolor y el sufrimiento, pero al final está el triunfo, la victoria de la Resurrección y de la vida eterna”, afirmó.
“Seguramente que muchas de estas palabras del relato de la Pasión nos interpelan y cuestionan a nosotros nuestras actitudes, nuestras negaciones como Pedro, la actitud también de los poderosos y de los que gobiernan, que se lavan las manos, que no les interesa absolutamente nada en la vida de los hombres, sino su poder, su dinero, su permanecer sobre los demás, es decir que la historia se repite”.
“Hoy nosotros nos unimos a Jesús en su Pasión, aceptando libre y voluntariamente la voluntad de Dios, que más allá de la adversidad y del dolor y del sufrimiento, está su amor, y por eso con fe y esperanza, aguardamos el triunfo de la victoria, el triunfo del amor, que vence sobre el pecado y la muerte”, reflexionó.
“Hoy aprendemos de Jesús ser humildes y pacientes, y no solamente porque Él nos invitó a ello: ‘Aprendan de mí que soy paciente y humilde de corazón’, sino que nos dio esta enseñanza con el ejemplo de su vida”.
“Quiera Dios que comprendamos este misterio y esta vida de Jesús, y como buenos discípulos le sigamos siempre, hasta el final”, anheló el prelado.+