Mons. Collazuol anima a convertirse para alcanzar el perdón de Dios
- 26 de julio, 2023
- Concordia (Entre Ríos) (AICA)
En su reflexión semanal, el administrador apostólico de Concordia recuerda que Dios, en su misericordia, respeta los tiempos para que el pecador pueda reconciliarse y volver al Señor.
En su reflexión semanal, el administrador apostólico de Concordia, monseñor Luis Collazuol, anima a “estar abiertos a esta siembra de la Palabra que Jesús hace”.
“En uno de esos ejemplos que Él nos propone, compara esa semilla de la Palabra con la semilla de trigo, aquella que está llamada a ser fecunda, a hacerse alimento”, indica el prelado, refiriéndose al Evangelio del domingo.
“Pero en esa parábola nos dice ‘cuidado’, hay también otra semilla que crece y es la de la cizaña y esa la siembra el maligno”, advierte, señalando que Jesús nos pone este ejemplo para ponernos en alerta sobre “otras siembras, que también están llegando a tu corazón, y son aquellas que no engendran el bien, que nos cierran sobre nosotros, sobre nuestros egoísmos”.
Por eso, invita a hacer un camino de discernimiento: ¿qué es lo que debo permitir que crezca en mi vida?
“Jesús lo que nos está enseñando con esto es que, en Dios, en su misericordia, hay una paciencia que respeta los tiempos, para que también el pecador pueda reconciliarse, volver al Señor, volver a los caminos de Dios”, anima el obispo de Concordia, aunque advierte que, “ciertamente, esto no elimina la justicia del juicio final”.
Para el Reino de Dios solamente cuenta lo bueno, y cuentan aquellos que con la gracia de Dios se hayan esforzado en hacer el bien y luchado para vencer el mal, explica, señalando que “Dios respeta nuestra libertad. Nos ha hecho semejantes a Él para que nosotros podamos hacer la opción permanentemente por el bien”.
Por eso, invita a pedir la gracia de hacer un pleno y buen ejercicio de la libertad con la luz de la Palabra y con la fuerza y la sabiduría del Espíritu Santo, a la vez que subraya que, “para Dios, el tiempo presente es tiempo de misericordia para ofrecernos el perdón y, para nosotros, el tiempo presente es tiempo de conversión para alcanzar ese perdón”.+