Mons. Castagna: La sensatez, esencial para la convivencia social
- 19 de febrero, 2021
- Corrientes (AICA)
El arzobispo emérito de Corriente afirman que si se respetan valores primigenios "se podrán proponer alternativas razonables, legítimas y perfectibles, que hallen causa en la libre creatividad humana"
El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, consideró que es “preciso dejar las diferencias ideológicas para unir fuerzas por la vida y bienestar de los ciudadanos”.
“Existen valores que van más allá de toda concepción filosófica -o ideología- porque están antes, como en los orígenes de la creación. Por ejemplo la vida humana ‘desde la concepción’”.
“El hombre no puede modificar lo que le da origen, sin cometer el delito de su autodestrucción. La ley, recientemente sancionada (IVE) es un abuso de poder que recibirá una reprimenda de su Creador”, advirtió.
El prelado afirmó que si se respetan éste y otros valores primigenios “se podrán proponer alternativas razonables, legítimas y perfectibles, que hallen su causa en la libre creatividad humana”.
“La sensatez es una virtud, escasa en estos tiempos, que posibilita la regulación de principios y valores, en vistas a la construcción de una convivencia social al servicio del desarrollo y del auténtico progreso humano”, sostuvo.
“Jesucristo vino a recuperar para el ser humano, profundamente dañado por el pecado, el equilibrio y la sensatez que le permita hacerse cargo de su situación de ‘síntesis del universo material’”, recordó.
Texto de la sugerencia
1.- Retiro cuaresmal de Jesús. Marcos menciona brevemente los cuarenta días de retiro del Señor en el desierto y las tentaciones de Satanás. Es un primer momento para iniciar el ejercicio de su misión entre los hombres. La Liturgia de este domingo, en el espacio de la Cuaresma iniciada el Miércoles de Ceniza, refiere el propósito que impulsa a Jesús hacia la inmediata tarea evangelizadora, ya anunciada por los Profetas: “Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. (Marcos 1, 14-15) Cada Cuaresma es distinta de la anterior y aparece con una carga propia. La actual (2021), nos sorprende con un desafío, difícil de enfrentar, pero que exige una respuesta inmediata de particular equilibrio. Los diversos responsables de la salud, la economía y la política, están procurando llegar a acuerdos rápidos y prudentes.
2.- Valores imprescriptibles. Es preciso dejar las diferencias ideológicas para unir fuerzas por la vida y bienestar de los ciudadanos. Existen valores que van más allá de toda concepción filosófica - o ideología - porque están antes, como en los orígenes de la creación vgr: la vida humana “desde la concepción”. El hombre no puede modificar lo que le da origen, sin cometer el delito de su auto destrucción. La ley, recientemente sancionada (IVE) es un abuso de poder que recibirá una reprimenda de su Creador. Respetados ése y otros valores primigenios se podrán proponer alternativas razonables, legítimas y perfectibles, que hallen su causa en la libre creatividad humana. La sensatez es una virtud, escasa en estos tiempos, que posibilita la regulación de principios y valores, en vistas a la construcción de una convivencia social al servicio del desarrollo y del auténtico progreso humano. Jesucristo vino a recuperar para el ser humano, profundamente dañado por el pecado, el equilibrio y la sensatez que le permita hacerse cargo de su situación de “síntesis del universo material” (GS n°14).
3.- El mundo pide ser evangelizado. La historia humana, hasta la llegada de Jesús - o “el tiempo cumplido”-, presenta un agitado movimiento de aciertos y desaciertos que no logra la estabilidad “como ciudad bien compacta” y produce, aún hoy, una sucesión de tumbos y buenas intenciones. En los tumbos está el pecado como trágica irresponsabilidad, causa de los males que agobian y angustian a la humanidad. Jesús vence el pecado con su crucifixión y, de esa manera, elimina la causa verdadera de todo mal. La era cristiana se distingue por la acción del Espíritu Santo, que aplica, en quienes creen, los méritos de Cristo y elimina el pecado. Lo hace suscitando la fe mediante la predicación apostólica, causa instrumental de la gracia, capaz de alentar una generosa respuesta. La acción evangelizadora, encomendada por el mismo Señor resucitado a sus discípulos (Mateo 28), es una necesidad siempre actual en el mundo del que somos parte: “No sería exagerado hablar de un poderoso y trágico llamamiento (del mundo) a ser evangelizado”. (San Pablo VI. EN n°55)
4.- Jesús hace suya nuestra Cuaresma. Nuestra Cuaresma es la actualización de aquella otra - original - por la que Cristo inicia su misión mesiánica, anunciada por el Profeta: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”. (Isaías 61, 1-2) De la misma manera, cada bautizado es enviado al mundo para hacer visible y audible a Cristo y - así - extender la acción evangelizadora en el presente de cada época.+