Mons. Carrara destaca el mensaje del Papa a los movimientos populares
- 23 de septiembre, 2024
- Buenos Aires (AICA)
El obispo auxiliar de Buenos Aires afirmó que lo que hace Francisco es considerar a los más pobres como protagonistas del desarrollo humano integral. Resignificó los términos violencia e inseguridad.
El obispo auxiliar y vicario general de Buenos, monseñor Gustavo Carrara, dijo que el discurso del Papa Francisco a los movimientos populares del pasado viernes "no tiene desperdicio" y destacó que lo que hace el pontífice "es llevar el Evangelio de Jesús a la vida social, al mundo del trabajo, de la economía, de la salud, de la educación".
"El Papa considera a los más pobres, no como sujetos pasivos, sino como personas que son protagonistas de su desarrollo humano integral", sostuvo en declaraciones al programa radial que conduce Nancy Pazos por Radio 10.
"El Papa les propone a los movimientos populares que sigan trabajando en su barrio, pero siempre de modo pacífico y no usando la violencia", subrayó y resignificó el concepto de violencia: "Es violencia si alguien no puede acceder al pan de cada día, o a la educación, o a no tener una vivienda digna".
Monseñor Carrara insistió en señalar que "inseguridad es depender de un comedor comunitario para darle de comer a tus hijos, porque no tenés un trabajo que te alcance para poder hacerlo" y graficó: "Inseguridad es no acceder a una educación de calidad; inseguridad es que el narcotráfico te ponga el ritmo de cómo te tenés que mover en un barrio".
"Es necesaria una presencia inteligente del Estado, que aborde esas situaciones en diálogo con la comunidad. Hay políticas públicas que se han desarrollado como los procesos de integración social urbana, que el Papa los señalaba como uno de esos temas importantes", puntualizó.
"No hay que detener esos procesos de integración de los barrios populares", opinó y profundizó: "Tenemos en la Argentina casi seis millones de personas que viven en villas o barrios populares. El núcleo duro de la indigencia se encuentra allí, entonces esa política pública, consensuada por distintos espacios políticos, votada dos veces en el Congreso -una en el 2018 y otra en 2022- deben continuar.
Por último, monseñor Carrara consideró que el valor de la libertad "no puede entenderse sin fraternidad, sin vínculo con los otros. Esto es una cuestión antropológica. Necesitamos de los vínculos, de los otros; nadie se salva solo".
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