Viernes 15 de noviembre de 2024

Mons. Buenanueva: "Fratelli tutti, una encíclica potente"

  • 9 de octubre, 2020
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
El obispo de San Francisco, Mons. Sergio Buenanueva, afirmó que la encíclica Fratelli tutti es una encíclica potente que habla de temas como la fraternidad la reconciliación entre todos.
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Reflexionando en una entrevista en Radio Grote sobre la encíclica del papa Francisco "Fratelli tutti", publicada el 4 de octubre, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, afirmó que "es una encíclica potente" que "habla de distintos temas como la fraternidad y la reconciliación entre todos. Su aplicación en una realidad cambiante desde lo social es lo que debemos discutir seriamente. También se refirió a la labor de los medios y las críticas contra el Pontífice.

“Es una encíclica potente, su aplicación en una realidad cambiante desde lo social es lo que debemos discutir seriamente porque desde la entraña misma del Evangelio propone la fraternidad para quienes somos artesanos de fraternidad, pero también para quienes le compete la arquitectura de la paz que son los dirigentes políticos y las grandes instituciones. La fraternidad que nace del Evangelio, a través de la parábola del Buen Samaritano, es la fraternidad de hacernos cargo del hermano herido y nos señala la misión de la Iglesia como un hospital de campaña donde hay que dar los primeros auxilios a los heridos y mira a los que más sufren”.

En el programa En Clave Grote, monseñor Buenanueva se refirió a Francisco como buen discípulo de San Ignacio, y dijo que el amor está menos en palabras que en hechos y que la fraternidad brota del Evangelio pero se mide en hechos concretos.

“Hay párrafos muy densos y muy críticos, sobre como moldear la comunicación en los grandes medios y que se da a través de las redes donde parece ser que campea el odio, la agresión, el herir al otro. Me llamó muy positivamente la atención la apelación a la hospitalidad y la amabilidad y tiene un párrafo donde dice que se ha vulgarizado tanto el maltrato que incluso nos parece bien que los dirigentes usen expresiones para descalificar a otros. También hace una crítica muy fuerte a la política y nos llama a tener más sensibilidad con los más pobres”, explicó.

El obispo de San Francisco destacó que en muchos párrafos de Fratelli tutti, Francisco se hizo eco de la realidad de nuestro país cuando habló de reconciliación y perdón. En otro momento, monseñor Buenanueva dijo no temer a las críticas e hizo hincapié en que hay temas de la encíclica que deben ser discutidos con una mirada social.

“El problema es cuando se hace con actitud de soberbia que descalifica, esto me descorazona bastante. Creo que las críticas están, estarán y forman parte de la cruz evangelizadora que todos llevamos, y que el papa Francisco lleva especialmente, tienen su fuente entre la ideología y un cierto envenenamiento en el modelo de comunicación que hay en algunos medios. Eso es lo que también aborda la encíclica, esa cultura que alimenta el odio y lo contrario a la fraternidad, cuando se pone énfasis en descalificar a los demás utilizando estereotipos o etiquetas y evitando el diálogo”.

Monseñor Buenanueva dijo que la pandemia aceleró algunas contradicciones en un mundo que tiene que rectificar rumbos en su estilo de vida y eso incluye desde nuestro estilo de vida cotidiana y las grandes organizaciones internacionales. Además valoró que el Santo Padre haya señalado que había empezado a escribirla antes de que se desatara esta pandemia.

“La expectativa que teníamos era: sale una encíclica que nos va a iluminar el camino para después de la pandemia, pero me sorprendió gratamente que el Papa dijera que ya estaba escribiendo esa encíclica, llegó la pandemia y eso lo obligó a repensar algunas cosas, por lo tanto eso significa que tanto el capítulo I en el que hace un diagnóstico bastante sombrío de la realidad, como la propuesta de la fraternidad es algo que viene madurando en Él, creo que no sólo en el tiempo que es pontífice, sino que son sus preocupaciones pastorales de siempre, que hemos conocido aquí en la Argentina y que vamos conociendo ahora en una dimensión nueva como Papa”.

El obispo de San Francisco dijo además estar impactado con el capítulo en el que habla de los consensos y rescató una frase de Francisco que dice que “necesitamos otro modo de plantarnos unos a otros” y lamentó las críticas a las que calificó de infames e injustas y agregó: “me deja una tristeza grande y me pregunto qué incapacidad de escucharnos tenemos”.

“El Papa retoma de las Naciones Unidas una vieja idea de la Santa Sede que formuló Juan XXIII y es que el mundo que se globaliza cada vez más necesita que las organizaciones internacionales cumplan un papel mucho más decisivo y mucho más concreto en ayudarnos a crecer en fraternidad con los pueblos”. Y en otro momento de la entrevista sostuvo: “Me parece muy injusto descalificarlo diciéndole Papa pobrista, también se le califica de populista, pero esta es la primera encíclica, hasta donde yo tengo conocimiento, que ofrece un discernimiento integral o más completo del populismo pero no los rasgos que tiene del populismo que es la simplificación de la complejidad de la realidad, sino la imagen del poliedro como respuesta de la Iglesia a una sociedad que ya es poliédrica en sí, que implica pluralismo”, manifestó el obispo de San Francisco.

“Cuando critica la globalización no es que quiere frenarla, quiere que cambiemos el estilo de una globalización que pretende uniformar todo, a una globalización que sea respetuosa de la identidad de los pueblos, de las naciones, y ese es un poliedro más rico, creo que es un mensaje potente que debe ser escuchado y meditado”, indicó. Y también dijo que “la unidad se construye desde el respeto y el reconocimiento de la pluralidad” y recomendó leer Fratelli tutti con detenimiento para captar su mensaje espiritual.

En su extenso análisis el obispo de San Francisco concluyó resumiendo el mensaje del primero y del segundo capítulo y cómo estos deben ser aplicados. En su interpretación dijo que el Papa nos quiere ayudar a encarar una Iglesia verdaderamente samaritana en un mundo tan herido.

“El capítulo I, el diagnóstico con las sombras que pesan sobre hoy, parece un capítulo sombrío, la primera impresión que me dejó es que estamos ante una situación muy sombría. El Papa mira sin tapujos los problemas del mundo pero siempre encuentra ventanas abiertas a la esperanza. La meditación del capítulo II “El buen Samaritano” creo que tiene que ser leído con unción porque lo que propone es una lección de esa parábola que es central en el Evangelio de Lucas pero que es una parábola que hoy podría quedar como el ícono que represente el núcleo de cómo va a quedar el pontificado de Francisco”.+