Mons. Bitar visibiliza la "pandemia" del narcotráfico y las adicciones
- 24 de septiembre, 2021
- Oberá (Misiones) (AICA)
El obispo de Oberá difundió un "impactante y doloroso" informe sobre los primeros cinco años de trabajo del Equipo de Pastoral de Adicciones diocesano, que recibió 10.141 consultas en ese período.
El obispo de Oberá, monseñor Damián Santiago Bitar, dio a conocer un informe estadístico sobre la "pandemia" de las drogas y el narcotráfico, al que evaluó de "impactante y doloroso", y que fue elaborado por Equipo de Pastoral de Adicciones de esta jurisdicción eclesiástica en sus primeros cinco años de atención a las personas que atraviesan estas situaciones.
"Durante ese período de tiempo y hasta la fecha se llevan contabilizadas 10.141 consultas, es decir, personas que han llegado al Oasis de Misericordia entre 'pacientes' y familiares para ser escuchadas y atendidas, de las cuales se abrieron 750 historias clínicas de quienes han solicitado un tratamiento de desintoxicación física, psicológico y espiritual por parte del equipo de voluntarios y profesionales abocados con 'alma y vida' a la tarea de sanación y reconstrucción de adolescentes, jóvenes y adultos atrapados por esta 'serpiente venenosa' que intenta 'asfixiar' a los que logra 'morder'", puntualizó.
"Asimismo, la estadística muestra que, de las 750 historias clínicas, 457 corresponden a varones y 273 a mujeres, cuyas edades oscilan, en su mayoría, entre los 20 y 30 años; aunque penosamente hay 18 casos de niños de entre 5 y 12 años", agregó.
Monseñor Bitar pidió no dudar de que "el narcotráfico y las adiciones son una verdadera pandemia que disemina su 'virus infeccioso' en nuestras ciudades, pueblos y colonias" e indicó que "la 'cepa' circula por todas partes, pero da la impresión que no se toma debida cuenta de esta catástrofe humanitaria".
"La droga no surge por 'generación espontánea'. Alguien la provee. La provee el tenebroso 'mundo del narco' cuyas cabezas se esconden detrás de 'perejiles' y 'soldaditos' o se escabullen ofreciendo jugosos sobornos para seguir traficando con la muerte con total impunidad", sostuvo.
Texto del comunicado
Con motivo de cumplirse el pasado 8 de septiembre, cinco años de atención del Equipo de Pastoral de Adicciones de la Diócesis de Oberá, he recibido un informe estadístico impactante y doloroso. Durante ese período de tiempo y hasta la fecha se llevan contabilizadas 10.141 consultas, es decir, personas que han llegado al Oasis de Misericordia entre “pacientes” y familiares para ser escuchadas y atendidas, de las cuales se abrieron 750 historias clínicas de quienes han solicitado un tratamiento de desintoxicación física, psicológico y espiritual por parte del equipo de voluntarios y profesionales abocados con “alma y vida” a la tarea de sanación y reconstrucción de adolescentes, jóvenes y adultos atrapados por esta “serpiente venenosa” que intenta “asfixiar” a los que logra “morder”.
Asimismo, la estadística muestra que, de las 750 historias clínicas, 457 corresponden a varones y 273 a mujeres, cuyas edades oscilan, en su mayoría, entre los 20 y 30 años; aunque penosamente hay 18 casos de niños de entre 5 y 12 años.
Frente a estas cifras impactantes recabadas sólo en Oberá y que son un muestreo de aquellos “que vienen”, no es difícil imaginar que son muchos más los que “no vienen” y por tanto constatar como esta “mancha de aceite” se extiende por todas partes, tal como lo expresaba hace unos años el Papa Benedicto XVI: …“Allí donde pasa el corredor del cultivo y del tráfico de drogas es como si un monstruo malvado hubiese puesto sus manos en el país y corrompiera a los hombres…Es un poder que no nos imaginamos como se debe. Destruye a la juventud, destruye a las familias, conduce a la violencia y amenaza el futuro de países enteros”.
Que nadie lo dude: el narcotráfico y las adiciones son una verdadera pandemia que disemina su “virus infeccioso” en nuestras ciudades, pueblos y colonias. La “cepa” circula por todas partes, pero da la impresión que no se toma debida cuenta de esta catástrofe humanitaria.
Como le expresé en otra ocasión, la droga no surge por “generación espontánea”. Alguien la provee. La provee el tenebroso “mundo del narco” cuyas cabezas se esconden detrás de “perejiles” y “soldaditos” o se escabullen ofreciendo jugosos sobornos para seguir traficando con la muerte con total impunidad.
Algo se hace, algo de dice, se han dado pasos…pero es muy poco frente a los tentáculos del narco que sin piedad y por culto al “dios dinero”, no tiene escrúpulos en seducir y arrasar vidas humanas como si fueran vasos descartables.
Quisiera unirme a la voz de los “padres y madres del dolor”, a los consagrados y laicos que ofrecen su servicio recibiendo la vida como viene, para invitar una vez más a los gobernantes de todos los poderes del Estado, a la Policía y las Fuerzas de Seguridad, a redoblar esfuerzos para neutralizar el narcotráfico, a disponer los medios necesarios para la atención de quienes requieren internación, a promover políticas de prevención fortaleciendo la debilitada, pero insustituible institución familiar y a multiplicar espacios de deporte y capacitación para los jóvenes de los barrios más vulnerables.
¡Entre todos afrontemos esta pandemia “viralizando” la solidaridad y la fraternidad!.+