Mons. Barba celebró los 55 años de la Renovación Carismática Católica
- 22 de febrero, 2022
- San Luis (AICA)
"Que el Espíritu Santo renueve en cada una de nuestras comunidades sus siete dones sagrados", pidió el obispo de San Luis durante la misa por este "cumpleaños" en la catedral puntana.
El obispo de San Luis, monseñor Gabriel Bernardo Barba, presidió la misa de acción de gracias por los 55 años de la Renovación Carismática Católica (RCC) en la catedral local, que comenzó con un aplauso al Señor de la Vida por este cumpleaños.
En la homilía el prelado destacó las características especiales de esta celebración del Espíritu Santo, dando gracias por lo que se dio como inicio en 1967.
“En aquel momento se suscita un movimiento verdaderamente grande, luminoso, difícil en la Iglesia, que era el desarrollo del Concilio Vaticano II, con un Juan XXIII que le abre las puertas y un Pablo VI que retoma con coraje, con valentía, sobrándole críticas”.
“Sin embargo, la Iglesia estaba dando ese gran paso a abrirle sus ventanas al Espíritu Santo. Dejar que Dios obre, que Dios nos renueve”.
Monseñor Barba subrayó que esta es una tarea que constantemente en la Iglesia tenemos que ir viviendo, dejándonos guiar por el Espíritu Santo” y explicó: “Cuando digo Iglesia, somos nosotros. Por lo que entrevera lo personal e individual, pero también lo comunitario”.
“Nuestra fe no es el crecimiento del individuo y de la persona como un ser aislado, sino que nuestra fe es el crecimiento del cuerpo, del crecimiento en comunión con Cristo, vitalizado por el Espíritu Santo, dejando que Dios obre; asumiendo nuestra naturaleza humana y pecado, pero asumiéndola desde la gracia, desde las heridas, desde lo bueno, desde lo luminoso. Todo, no hay nada que no deba ser revivido por el Espíritu Santo”.
El obispo consideró que se necesita “una Iglesia viva, que acoja, que reciba, que sane, que llore con quien tiene que llorar y baile con quien tenga que bailar”.
Asimismo, señaló que el papa Francisco en su ministerio apostólico llama reiteradas veces a tener “estructuras renovadas, estructuras vivas, que se concreten en hechos sencillos pero reales, no en teorías perfectas e inmaculadas que expulsan.
“Una Iglesia que no tenga miedo a decir NO a lo que no es de Dios, a decir NO a lo que se enquistó en nuestra estructura. Una Iglesia que se deja renovar por el Espíritu”.
Monseñor Barba invitó a construir la Iglesia desde el Pueblo de Dios, para “que laicos, pastores y consagrados, todos juntos construyamos la unidad”.
“Que el Espíritu Santo renueve en cada una de nuestras comunidades sus siete dones sagrados y volvamos a nuestra realidad con la alegría de que volvemos a decirle SÍ a Jesús, cargando su cruz, pero con la fuerza del Espíritu”.+