Mons. Azpiroz: "El pueblo anhela esa búsqueda de vida de justicia y de paz"
- 17 de julio, 2020
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
Al presidir la fiesta de la Virgen del Carmen, el arzobispo de Bahía Blanca recordó que este anhelo también se busca hoy en este momento muy difícil de la historia por la pandemia del coronavirus.
El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa OP, presidió la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, en la catedral local, donde recordó los orígenes de esta devoción y se manifestó sorprendido de que en esta extensa jurisdicción arquidiocesana, a la que definió como “un mini país”, haya sólo ocho parroquias bajo esa advocación mariana.
“Si hay algo que me impresiona y que recuerdo del magisterio desde el papa Francisco, muchas cosas por cierto, pero permítanme citar una del encuentro de jóvenes de Rosario, allá en junio de 2018: ‘No confiarse en los payasos de la historia, que nos dicen con nosotros comienza todo”, recordó.
“Verdaderamente que aquí podemos hablar de derecha o de izquierda, de arriba o de abajo, cuando nos creímos que con nosotros comienza todo”, agregó.
El prelado aseguró en este momento muy difícil de la historia por la pandemia del coronavirus, el pueblo anhela “esa búsqueda de vida de justicia y de paz”.
“En medio de esta niebla, tocamos con las manos al mismo tiempo que el deseo de que todo pase, de cambiar, esto va a ser distinto. Otra que volver a la normalidad, no podríamos volver a dar una normalidad como si lo que nos pasa, no no nos hubiera pasado, sino cambiar. Pero al mismo tiempo tocamos con las manos la opresión de desearlo, quererlo, pero no poder vivirlo. Queremos ser buenos y no nos sale”, graficó.
Al reflexionar sobre la lectura del Evangelio, el arzobispo bahiense aseguró que “nos regala tres llamadas: vengan, carguen, aprendan. Vengan a Mí como aquel texto de ley del eclesiástico donde la sabiduría invita: ‘vengan, vengan los que quieran aprender, vengan a mí los cansados y agobiados” y preguntó: “¿Quién de nosotros no se siente miembro de este colectivo de los cansados y agobiados”.
Sí de esto se están dando cuenta las autoridades nacionales, provinciales, municipales y todas dentro del mundo. Del agobio, ¿hasta cuándo? El agobio produce a veces un mal más peligroso que la misma enfermedad”, subrayó, y aclaró: “Con esto no estoy descartando el riesgo de la enfermedad”.
Monseñor Azpiroz Costa explicó que “Jesús no dice que la vida cristiana no sea un yugo algo que hay que cargar, pero dice que es ‘ligera’, porque esa carga apunta a lo esencial. A mayor exigencia, qué curioso, una mayor libertad, porque para ser libres, nos libera un Cristo”.
“El amor que trae Jesucristo es un peso que no pesa, es una carga que descarga. La ley te indica lo que tenés que hacer, te señala; pero no te garantiza, ni te resuelve el cumplimiento. En cambio la gracia eleva, sana y da alas y un corazón nuevo. Es el amor”, destacó.
El prelado señaló que “Dios envía gracias, pero la gracia es la de la amistad con Dios, y esto se manifiesta en María en algunas actitudes”, que consideró valía la pena subrayar: oyente, orante, obediente, oferente.
“Que María del Carmen, maestra de vida espiritual, aquella elegida de antemano, que celebramos en la Inmaculada Concepción. Aquella madre que se hace discípula hasta llegar al mismo calvario y acompañar a los apóstoles a la venida del Espíritu Santo, es la primera llevada al cielo en cuerpo y alma, primicias de nuestro destino futuro”, indicó.
“Felicidades a todas las comunidades de Nuestra Señora del Carmen y de paso a todas las mujeres que llevan ese dulce nombre”, concluyó.+