Mons. Azpiroz Costa: María "bendice a Dios y nos bendice"
- 29 de septiembre, 2022
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Bahía Blanca celebró la misa en la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced. "Sepamos ser hijos de esta madre que Dios ha dado a su propio hijo", pidió.
En la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, patrona del Ejército argentino y de la arquidiócesis de Bahía Blanca, el arzobispo, monseñor Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP, presidió la Eucaristía del domingo 25 de septiembre y reflexionó en torno a la figura de la Virgen María y el amor eterno de Dios y Jesús a sus discípulos a través de ella.
A la luz de las lecturas compartidas, el prelado expresó: “Aquí estamos, una vez más, con los corazones doloridos y sedientos de paz. Estamos ante Aquel que ha sido elevado. La elevación señala el destino eterno del ser humano en Cristo, a un destino eterno de amor. Con Cristo, con Él y en Él”.
“Estamos elevados. Jesús va a la cruz, por la traición, por la negación de unos, por el negocio de otros, por las componendas y los falsos testimonios, a una muerte terrible, romana. Pero aquí es lo paradójico: estamos elevados por el poder de Dios y por lo tanto Ël en la cruz nos regala su bendición especial, porque donde abunda el pecado sobreabunda la gracia”, continuó.
El arzobispo bahiense dijo que “en la muerte de Cristo, en las cruces que cada uno de nosotros llevamos, vemos las pasión del ser humano. La agonía de Cristo revela nuestros propios sufrimientos”.
Contemplando a María, quien yacía junto a Jesús en la cruz, pidió que “sepamos ser hijos de esta madre que Dios ha dado a su propio hijo, especialmente en momentos difíciles”. “La Madre de Jesús es madre del discípulo y de todos los discípulos. Es madre de la Iglesia. En el discípulo amado se interna la persona que se sabe amada por Jesús”.
Asimismo, monseñor Azpiroz Costa resaltó que estar junto a la cruz es contemplar el nacimiento de la Iglesia y Jesús nos ayuda a ver, a dilatar el corazón, y a pronunciar palabras creativas.
Finalmente, señaló: “Nos hace mucho bien María, en nombre de Dios. Ella bendice a Dios y nos bendice”.+