Mons. Azpiroz Costa: 'La esperanza es posible porque el Señor nos acompaña'
- 1 de junio, 2023
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Bahía Blanca presidió la celebración por la fiesta de la Visitación en la catedral Nuestra Señora de la Merced y recordó que la humildad del corazón es la primera bienaventuranza
El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP, presidió la celebración por la fiesta de la Visitación en la catedral Nuestra Señora de la Merced, que fue concelebrada por el presbítero Pablo Lobos, vicario de ese templo.
En la homilía, el prelado se preguntó qué debemos hacer frente al orgullo, la rebeldía y la falta de confianza en el Señor. “La actitud es la de la pobreza, entendida material y espiritualmente”, respondió, recordando que “la humildad del corazón no en vano es la primera bienaventuranza en san Mateo”.
“El que no es pobre de espíritu no baja la guardia y su orgullo, su rebeldía, hacen crecer esa falta de confianza en el Señor”, explicó monseñor Azpiroz, quien aseguró que “cuando tenemos lleno el corazón de tantas cosas, de ídolos, de corrupción, no hay lugar para un mensaje como el del Evangelio”.
A su vez, indicó que las lecturas del día, cargadas de promesas del Señor, “nos hacen distinguir la esperanza de la mera espera”. “La esperanza es un bien arduo y difícil, pero toca lo sobrenatural y, solo con la ayuda de la gracia de Dios, podremos obtenerlo”, añadió.
El arzobispo de Bahía Blanca también destacó “lo que la gracia hace en nosotros con nuestra pobreza, cubriendo con su sombra las imposibilidades humanas”. Sobre este punto, resaltó que “la esperanza es posible porque el Señor nos acompaña”.
“La esperanza no se opone a la sensibilidad -explicó el prelado-, pero existe el mal en el mundo: hay angustia, sufrimientos, enfermedades, separación, muerte, pobreza… La esperanza no suprime la sensibilidad del dolor, sino que lo ubica en el plan de Dios”.
Respecto de eso, llamó a “tratar no solo de verlo, sino de encontrarse y de ayudar”. “Tampoco la esperanza es indiferencia, negación o vacío; la esperanza es riqueza interior y valoración positiva de los bienes”, señaló.
Sin embargo, “la negación de los bienes temporales y valores humanos como la amistad, la salud, el arte, la profesión, bajo el pretexto de buscar lo eterno, lo divino, sería una forma de perezosa evasión y abominable egoísmo”, alertó.
“Que el Señor nos ayude bajo este himno tan bello de la visitación para mirarnos, encontrarnos y ayudarnos”, concluyó.+