Mons. D?Annibale: "¿Hay alguna riqueza más grande?"
- 11 de julio, 2019
- San Martín (Buenos Aires)
El obispo de San Martín, monseñor Miguel Ángel D?Annibale, reflexionó esta semana sobre el pasaje del Evangelio en el que Jesús envía a sus discípulos a "preparar el camino". En ese sentido, destacó que quienes hacen una opción por el Evangelio, cambiando este mundo a veces tan duro, tienen alegría y su nombre está escrito en el Cielo.
"El Señor va a recorrer un camino pero pide que alguien se adelante y se lo prepare", destacó. "Llamativo es que envía a los discípulos de dos en dos, y esto tiene una significación muy importante en la vida cristiana: no solamente el hecho de no ir solos e ir en forma comunitaria, sino que cuando Jesús envía a preparar el camino, envía a preparar el estilo de vida que Él propone", consideró.
En ese sentido, explicó: "El estilo de vida de Jesús: la paciencia, el amor, el respeto, el cuidado del otro, son básicos. Si yo voy a decirle al otro ámense, respétense, cuídense, si voy solo es fácil decirlo pero quizá no hacerlo, pero si voy de dos en dos, lo tengo que testimoniar con el que va al lado mío", afirmó.
"En este camino que Jesús nos propone, se hace vida y coherencia lo que hacemos", aseguró. "El Evangelio que Jesús propone es un Evangelio de cercanía, de familia, de estar con el otro. Es importante no perder la cercanía con lo cotidiano, con lo que sucede día a día", advirtió.
Y recordando las palabras de Jesús, señaló: "Vayan y lleven la paz. Y donde los reciban quédense, compartan". En ese sentido, sostuvo: "Cuando hemos salido a misionar siempre hemos descubierto la alegría que nos da compartir con las familias, y la fuerza de saber que compartiendo nos llenamos de su presencia y de su amor".
Siguiendo con el relato evangélico, expresó: "Qué interesante es la vuelta: los discípulos vuelven y le cuentan a Jesús la alegría de la misión, le quieren devolver a Jesús con toda la fuerza que le han preparado el camino. Y Jesús les responde que sus nombres están escritos en el cielo".
El prelado reflexionó: "Aquel que hace una opción por el Evangelio y por el anuncio concreto, pensando en la dignidad de las personas, trabajando por los más pobres, escuchando a la gente, cambiando este mundo a veces tan duro y tan difícil, tiene primero alegría y, además, su nombre quedará escrito allá donde habita Dios. ¿Hay alguna riqueza más grande que ésta?", preguntó.+