Más de cien personas recibieron el Bautismo en la peregrinación a Güer Aike

En el marco de la peregrinación a la Virgen de Güer Aike, se llevó a cabo una jornada de bautismos encabezada por el obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva.

Más de cien personas se acercaron a recibir el sacramento del Bautismo el 8 de diciembre en Güer Aike, en el marco de la tradicional peregrinación diocesana que la comunidad de Río Gallegos realiza cada año, y que se retomó luego de la pandemia.

Un gran número de fieles llegó caminando o a bordo de sus vehículos para celebrar a la Virgen de Güer Aike en el día de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Tal como había sido anticipado, durante esta jornada se impartió el sacramento del Bautismo a quienes necesitaban recibirlo. Para ello debían presentarse con su DNI y al menos un padrino o madrina.

La ceremonia estuvo presidida por el obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, y superó las expectativas, con un total de 113 bautizados, entre bebés, niños, adolescentes y adultos, que previamente recibieron una charla introductoria al sacramento.

La peregrinación, que comenzó muy temprano en la mañana, se extendió hasta la tarde, cuando finalizó la ceremonia de bautismos masivos.

En declaraciones al periódico La Opinión Austral, monseñor García Cuerva señaló: “Todos venimos con dolor, tristeza, preocupaciones y se las traemos a nuestra Mamá, las dejamos al pie de la Virgen. Venimos a pedirle que nos renueve la esperanza".

En una de las transmisiones que se emitió en vivo, se conoció la historia de dos peregrinos que viajaron desde El Calafate para estar presentes y acompañar como padrinos a Gaspar, uno de los tantos niños bautizados.

Al respecto, el padrino expresó: "Vinimos especialmente a esta ceremonia", aunque en la noche del martes aprovecharon a acercarse a la rotonda Samoré de la ciudad capital "para presenciar el encendido del arbolito anoche y ahora esto, que es hermoso".

En una entrevista radial, el obispo García Cuerva señaló que el sentimiento luego de la peregrinación es “cansancio por un lado, pero también alegría. Cansancio por el esfuerzo, por el trabajo, por haber caminado hasta la Virgen, y la alegría de haber vivido una jornada de fiesta junto a Nuestra Madre”. 

Al referirse a la jornada de Bautismos, expresó: “El número no importa, lo impresionante es ver en la gente el deseo de bautizarse, sacramento que sabemos que está muy arraigado en nuestro pueblo y que tiene que ver con incorporarse a la familia de Jesús, que es la Iglesia. Y haberlo hecho ayer, con historias lindísimas, desde una señora de 82 años acompañada por sus nietos, a chicos que se bautizaban 3 o 4 hermanitos, y padres que habían bautizado a sus hijos pero no se habían bautizado ellos, así que acompañados por sus hijos fueron y se bautizaron, gente enferma, con alguna discapacidad, un chiquito autista que lo bautizamos primero. Fue una jornada de fiesta de todos, centrada en Nuestra Madre, la Virgen, que nos convocó”.

En cuanto a la gran convocatoria, el obispo consideró que hubo distintos factores que colaboraron para que se diera esta situación, entre ellos la salida de la pandemia, pero “indudablemente la fe de nuestra gente volvió a ponerse fuerte”.+