Más de 2.000 alumnos participaron en la 'Misa del Joven' en San Isidro

Fue presidida por el obispo local, monseñor Oscar Vicente Ojea, quien animó a los alumnos a ser "pacientes y estar atentos" en la búsqueda del futuro. "Venimos a este mundo con un don", expresó.

Más de 2.000 alumnos que cursan el último año de la escuela secundaria en más de 40 colegios de San Isidro participaron de la misa presidida por el obispo local y presidente del Episcopado, monseñor Oscar Vicente Ojea, en el colegio Marín. Concelebraron la Eucaristía el obispo auxiliar, monseñor Guillermo Caride, y un grupo numeroso de presbíteros que acompañan pastoralmente a los colegios de la diócesis.

La celebración, que fue acompañada por el lema “¿Qué me queda por hacer?”, inició con la participación de dos jóvenes, que compartieron su testimonio respecto al modo en que buscaron responder a la pregunta del lema, tanto en la instancia de elegir una carrera o al momento de tener que tomar decisiones sobre otros desafíos futuros.

A través de sus mensajes, los dos jóvenes buscaron transmitir la importancia de “hacernos esta pregunta sin miedo, para descubrir el propio proyecto de vida”.

Seguidamente, monseñor Ojea se refirió en la homilía a los testimonios compartidos, y volvió sobre ese desafío que se les presenta a los jóvenes que egresan de la escuela secundaria y que deben elegir una carrera.

En este sentido, el prelado recordó que “hay algo que Dios nos puso en el corazón a cada uno”, y agregó que, “cuando venimos a este mundo, venimos con un don, con algo que ofrecer, y eso tenemos que descubrirlo”. Además, alentó los estudiantes a ser “pacientes y estar atentos en esta búsqueda”, 

En esa sintonía, el prelado mencionó dos aspectos que “pueden dificultar la toma de la decisión vocacional”. En primer lugar, se refirió a la actitud que busca satisfacer al deseo de los demás, dejando de lado la propia voluntad; también se refirió al riesgo que implica la toma de la decisión, y que expone al fracaso o al error; y luego señaló que, “cuando tomamos una decisión como la que van a tomar ustedes, es para transformar la realidad”.

Haciendo referencia al Evangelio, le recordó a cada uno de los presentes: “Viniste con algo especial para servir a los demás; no podés olvidarte de ellos al momento de tomar la decisión, porque Dios lo puso en vos para que puedas servir mejor y para que puedas encontrar toda tu alegría en el servicio”. “Jesús cree en vos; cree en vos mucho más de lo que vos creés en vos mismo y en vos misma”, enfatizó.

Luego, el obispo de San Isidro dijo que, al momento de tomar una decisión, es necesario “conservar la sensibilidad que tienen para el dolor y para el abandono en los demás”.  “Vivimos en una cultura que se endurece y se anestesia frente al dolor de los demás”, agregó, al tiempo que animó a los estudiantes a que “no dejen que nada los anestesie, porque frente a eso tenemos muchísimo que hacer”.

Y finalizó: “Volvemos a ese Jesús que nos miró, que confía en nosotros, y le pedimos toda la fuerza para tomar esa decisión que brote de nuestra libertad, y tener la valentía de la esperanza, para poder afrontar el futuro con mucho coraje y con la confianza de Aquel que cree en nosotros”.+