Viernes 15 de noviembre de 2024

Mártires del Zenta: el testimonio misionero que los lleva a los altares

  • 28 de junio, 2022
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
A pocos días de la beatificación de los Mártires del Zenta, que se celebrará el 2 de julio en Orán, recordamos la historia de los sacerdotes y laicos que murieron llevando el mensaje de Cristo.
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La historia de los mártires se remonta a 1683 cuando en el Valle de Zenta, a 3 kilómetros de Pichanal, en la capilla de Santa María, fue consumado el martirio del presbítero Pedro Ortiz de Zárate, vicario de Jujuy, del sacerdote jesuita Antonio Solinas (ambos misioneros) y sus acompañantes criollos y aborígenes (dos españoles, un mulato, un negro, una mujer indígena, dos niñas y 16 aborígenes).

Los dos sacerdotes se internaron en la zona del Chaco salteño, con el objetivo de llevar la Palabra de Dios a los pueblos originarios, pero fueron martirizados (por llevar el mensaje de Cristo) por las tribus Tobas y Mocovíes. Unos 500 aborígenes masacraron a los misioneros con garrotes y los decapitaron.

Los restos del vicario don Pedro Ortiz de Zárate fueron llevados a la catedral de Jujuy y los del padre Solinas a la iglesia matriz de Salta, la antigua iglesia jesuita de calle Caseros y Mitre, donde fue enterrado cerca del altar. Los demás quedaron enterrados en el sitio de su martirio.

Todos los años, desde esa época, en octubre se realiza una peregrinación desde Pichanal hasta el lugar del martirio, presidida por el obispo de Orán. En 2002 el Vaticano otorgó el "nihil obstat", una declaración oficial en la que queda asentado que no existe ningún obstáculo para continuar el proceso de beatificación de dichas personas.

El 28 de septiembre de 2021, los cardenales dieron voto positivo para iniciar el proceso, continuando así a paso firme su trayecto hacia los altares de estos mártires de la fe.

Al conocerse la noticia, el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, envió un mensaje a la comunidad: “El Santo Padre aprobó que los misioneros del Zenta Don Pedro Ortiz de Zárate, párroco de Jujuy y Juan Antonio Solinas, sacerdote jesuita, sean declarados mártires. Junto a ellos celebramos la entrega heroica de la ‘comunidad misionera’ que los acompañaban, un grupo de laicos, entre ellos españoles, mulatos y aborígenes venidos desde Humahuaca al servicio del proyecto misionero”, precisó.

El prelado recordó que “la Iglesia al mismo tiempo que anuncia, siempre reconfigura su identidad en escucha y diálogo con las personas, realidades e historias de su territorio. Estamos llamados a restaurar un rostro pluriforme de una Iglesia inculturada en la complejidad cultural que somos”.

Monseñor Scozzina aseguró que "la presencia de los misioneros del Zenta entre los pueblos originarios, en el contexto de la colonización, fue un anuncio pacificador superando la lógica de la dominación" y recordó que "el anuncio del Evangelio es para proponerles la amistad con el Señor que los promueve y dignifica. Es el anuncio de un Dios que ama infinitamente a cada ser humano y cada pueblo con su propia cultura".

"Viviendo el ardor misionero se animaron a incursionar en estas tierras, sin armas, sin ejército que los secundara, sin el poder de los conquistadores. Inspirados en la vocación de servicio, a una vida de proximidad y de entrega, viviendo el mandato que Cristo nos ha dado: 'anunciar la Buena Nueva en todo el mundo'.  El sacrificio de los mártires es el signo tangible de que la propagación de la fe no es una cruzada sino un abrazo de culturas, pueblos y religiones, la total disponibilidad de uno mismo para la escucha y la acogida mutua", sostuvo.

La ceremonia de beatificación será el sábado 2 de julio a las 10 en el Parque de la Familia, de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.+