Los riojanos peregrinaron a Chamical llevando la Cruz de los Mártires
- 19 de julio, 2022
- Chamical (La Rioja) (AICA)
Como cada año, los fieles riojanos peregrinaron a Chamical en memoria de los sacerdotes mártires Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato.
Los fieles riojanos peregrinaron en la mañana del 18 de julio a la parroquia El Salvador, de Chamical, con la Cruz de los Mártires, que recuerda el asesinato de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.
La cruz, presente en el isologotipo de la diócesis, conmemora la noche del 18 de julio de 1976, en que las religiosas vieron que se los llevaban. Los vecinos y hasta el mismo monseñor Enrique Angelelli hicieron las denuncias y pidieron explicaciones, sin obtener respuestas.
Sus cuerpos fueron encontrados al otro día, a la orilla de la vía en el paraje Bajo de Lucas, diez kilómetros al sur de Chamical. Allí la gente puso una cruz de algarrobo realizada por los frailes menores conventuales, la congregación de Carlos, a la que prontamente llamaron cruz de los mártires.
La cruz fue profanada por las autoridades, pero al no poderla quebrar con disparos de fusiles le colocaron un explosivo, lo que la hizo volar por los aires varios metros. Aún así, no se destruyó. La comunidad parroquial de Chamical la recuperó y con la vuelta a la democracia, cada año los jóvenes la llevan caminando diez kilómetros como un signo de resistencia, fe, memoria y pedido de justicia.
La cruz se encuentra presidiendo el oratorio en donde están las reliquias de Carlos y Gabriel en la parroquia El Salvador de Chamical. En Bajo de Lucas se ha construido una ermita que trae a la memoria el martirio de estos sacerdotes.
En esta oportunidad, el obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, acompañó el caminar de la peregrinación y, a su llegada, presidió una misa.
En su homilía, llamó a asumir el mensaje evangélico de ser como el buen samaritano, como lo fueron Carlos y Gabriel, "dar la vida en lo cotidiano para ayudar al desarrollo de un modo integral de la sociedad".
"Ambos entregaron los años de su juventud a desarrollar este sueño evangélico de un mundo más justo y que dé posibilidades a todos, particularmente a los más postergados", recordó el obispo. Por eso, consideró, "ellos dan un mensaje claro y atractivo para los jóvenes de hoy, animándolos a recibir los dones y talentos que Dios le da a cada uno y a ponerlos al servicio de los demás".
"Carlos y Gabriel, siendo jóvenes, recibieron un llamado a consagrar su vida a Dios y a lo largo de su existencia fueron creciendo en esa consagración que implicaba una íntima relación con Dios y un servicio generoso a la comunidad, y lo llevaron adelante con todo su ser", valoró.
El obispo destacó el "hermoso homenaje" que brindó la comunidad en la velada-vigilia artística con música, danza, poesías, videos, como modo de tener presentes a los mártires que también incursionaron en el arte para expresar la vida evangélica.
Finalmente, animó a no tener miedo de entregar la vida a Cristo y a los demás, ya que "siempre será para un pleno crecimiento personal y comunitario".+