Viernes 15 de noviembre de 2024

Los obispos de Tucumán instaron a anunciar la alegría del Evangelio

  • 23 de enero, 2023
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
Los prelados se dirigieron a los fieles con una carta en ocasión del Domingo de la Palabra de Dios, celebrado este fin de semana.
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El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, y su obispo auxiliar, monseñor Roberto José Ferrari, enviaron un mensaje a la comunidad con motivo de la celebración del Domingo de la Palabra de Dios, este año con el lema “Proclamadores de la Palabra” porque “Les anunciamos lo que hemos visto".

“Para ser anunciadores de la Palabra primero tenemos que escucharla con la obediencia de la fe, rumiarla en la oración, encarnarla en nuestra vida y anunciarla con alegría y valentía con la palabra y el testimonio de vida profundamente evangélico”, expresaron.

“Jesucristo es la Palabra de Dios pronunciada sobre nosotros. Él mismo nos dice: ‘Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica’", detallaron, al tiempo que añadían: “Escuchemos su llamado, seamos sus discípulos para que nos haga pescadores de hombres: anunciadores, apóstoles y testigos del Evangelio”.

En ese sentido, recordaron e insistieron en poner el Libro de la Palabra de Dios en el centro del altar familiar, rezar cada día con el Evangelio (en familia o personalmente), y anunciar la Palabra de Dios a los que nos rodean cotidianamente, porque “la Palabra del Señor ilumina, convierte, consuela, fortalece y llena de esperanza cada situación de vida”.

“Este año nos acompaña el Evangelista san Mateo, el gran catequista, que nos muestra que Jesús es el Hijo de Dios, nuestro redentor”, explicaron los obispos. “Es el Evangelio de la Iglesia por el papel preponderante que se le da a la vida y organización de la comunidad congregada en nombre de Jesús”.

Por eso, “está llamada a vivir en el amor fraterno y el mutuo servicio como condición indispensable para hacer visible el verdadero rostro de Jesucristo”, agregaron

También animaron a seguir el ejemplo de la Virgen María, “discípula misionera del Señor”, que “escucha y cree la Palabra de Dios, la medita en su corazón”.

“Que ella nos conceda oído atento, fe profunda, corazón humilde, mente lúcida, voluntad decidida y caridad efectiva para acrecentar la comunión misionera anunciando siempre la alegría del Evangelio, caminando juntos”, concluyeron.+

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