Lágrimas y un gran dolor en los funerales de las víctimas en los ataques de Pascua
- 24 de abril, 2019
- Colombo (Sri Lanka)
"Con lágrimas y tristeza enterramos a nuestros hermanos y hermanas que perdieron la vida en el trágico ataque", dijo el arzobispo de Colombo, cardenal Albert Malcolm Ranjith, al presidir los funerales de los fallecidos en la iglesia de San Sebastián en Negombo, que fue uno de los objetivos de las explosiones del domingo de Pascua. El saldo del atentado más grave de los últimos años aumentó a 359 víctimas y más de 500 heridos, que se encuentran internados en los hospitales, en gravísimas condiciones. El Estado Islámico se reivindicó los ataques con bombas contra las tres iglesias católicas y los tres hoteles de lujo el domingo 21 de abril en Sri Lanka.
El saldo del atentado más grave de los últimos años aumentó a 359 víctimas y más de 500 heridos, que se encuentran internados en los hospitales, en gravísimas condiciones.
Líderes de la iglesia, familias católicas y personas de diversas religiones despidieron a sus seres queridos asesinados en los ataques del 21 de abril.
El cardenal Ranjith instó a no perder la esperanza en Dios y orar por la paz y la seguridad en el país. Miles de personas, no solo católicos, han expresado su solidaridad con las familias de las víctimas y con los sobrevivientes.
Ya son mártires
"Nadie tiene el derecho de quitar la vida. La vida es un don de Dios. ¿Cuál es la finalidad de matar a personas inocentes? ¿Coleccionar tesoros en este mundo? ¿O asumir el poder y gobernar este país sobre la sangre de pobres inocentes? ¿Sobre los cuerpos de personas sin ninguna culpa? Los exhorto a frenar este derramamiento de sangre. Basta de matar, al menos en este momento. Se los pido por amor de Dios. Es lo que los asesinados esperan de nosotros", expresó el arzobispo de Colombo durante los funerales.
El cardenal Ranjith estuvo acompañado de los obispos auxiliares, monseñor Maxwell Silva y J.D. Anthony, junto a otros muchos sacerdotes.
"La vida es un secreto. Sólo Dios tiene el poder de decidir y nosotros debemos obedecer a su voluntad. Quizás en este momento nos esté escuchando alguno de los responsables de esta tragedia. Debemos decirles a todos ellos que nosotros no aceptamos tales actos por ningún motivo. Cualquiera sea la expectativa, está equivocado hacer estas cosas", expresó el purpurado.
Y pidió seguidamente: "Cuando llegará el tiempo de la paz y de la reconciliación entre las personas. Cuándo será el tiempo de establecer esta paz. Dios castigará por lo que hicieron. No tienen el derecho de quitar la vida a personas inocentes. Su conciencia sabe bien que ninguno tiene el derecho de destruir el cuerpo del otro.
El arzobispo sostuvo finalmente: "Creo que todos estos nuestros hermanos difuntos son ya mártires. Ninguno de ellos jamás habría pensado no volver a casa, sin embargo ellos no volverán más a su casa". +
El Estado Islámico, autor del atentado
El Estado Islámico se reivindicó los ataques con bombas contra las tres iglesias católicas y los tres hoteles de lujo el domingo 21 de abril en Sri Lanka.
Según las autoridades, la reivindicación por parte de los militantes del Califato debe ser tomada con extrema cautela porque quien dio la noticia es Amaq, el órgano oficial de prensa del Isis, pero que no aporta ninguna prueba en apoyo de la declaración.
El gobierno considera que la responsabilidad se la debe atribuir a dos grupos islámicos locales: el National Thowheed Jamath (Ntj) y el Jamaat-ul-Mujahideen, pero que habrían obrado con el apoyo de fuerzas extranjeras.
El primer ministro, Ranil Wickremesing, admitió que la policía tenía información sobre ataques suicidas contra iglesias y hoteles de lujo antes del domingo, pero no actuó.
Mientras tanto, el presidente Maithripala Sirisena anunció que pretende reorganizar las fuerzas de seguridad y la policía bajo su control lo antes posible. Al mismo tiempo se unió al último saludo a los difuntos que resultaron muertos en la explosión. Visitó diversas casas de la zona y llevó su saludo y condolencias a los familiares de las víctimas y a toda la comunidad católica. +