Viernes 15 de noviembre de 2024

Las triadas implícitas en el mensaje cuaresmal del Papa

  • 12 de febrero, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El cardenal Turkson explicó que el pontífice subraya una triadas de virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, y otra de ejercicios cuaresmales: ayuno-abstinencia, oración y caridad-limosna.
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El mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2021, con el título "'Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...' Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad", fue presentado hoy en directo "streaming" desde la sala Juan Pablo II de la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Intervinieron el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; monseñor Bruno-Marie Duffé, secretario de ese dicasterio y Marcela Szymanski, responsable de ACN, en conexión por video desde Bruselas.

El cardenal Turkson explicó que el mensaje cuaresmal del Papa evoca la tradición cultural y social del pueblo de Dios en la Biblia, según la cual "subir a Jerusalén" implicaba una peregrinación a la casa de Dios, como destino, y señaló que este año el pontífice "recoge y ordena las lecciones de la pasión, la crucifixión y la resurrección de Jesús en una tríada de virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad, y una tríada de ejercicios cuaresmales: el empobrecimiento personal (con el ayuno y la abstinencia), la oración y la caridad/la limosna".

"Estas dos tríadas se entrelazan para formar el mensaje del Papa de este año; y, como se ve, son virtudes y ejercicios que el mismo Jesús vivió y transmitió a sus discípulos para que los vivieran también: ¡para hacerlos más parecidos a Cristo! Con su mensaje de cuaresma, el papa Francisco nos propone las mismas virtudes y ejercicios que Jesús enseñó a sus discípulos, para nuestro camino cuaresmal hacia la fiesta de la resurrección de Jesús en la Pascua de 2021", agregó.

El cardenal Turkson subrayó tres actitudes a tomar: dejar que la Palabra de la Escritura enseñe la verdad de Jesús Hijo de Dios, que "por nosotros se despojó de sí mismo para hacerse esclavo, a fin de revelar el amor del Padre por nosotros"; recordar que la renuncia o la abstinencia beneficia al otro, para que el "contribuya a promover el bien común"; y permitir que la esperanza estimule la inteligencia y dé a la voluntad todo su dinamismo, a fin de que aparezca "la actitud de salir de uno mismo para compartir y promover el bienestar de todos: la caridad".

"La 'civilización del amor' debe estar enraizada en nuestro amor espiritual (amor a Dios) y ser fruto de él. Lo interior debe ser lo que sostiene lo exterior. Así, como dice papa Francisco (Laudato si’): es la violencia que está dentro de nuestros corazones que se hace patente en los abusos de la naturaleza. Por esto, esforcémonos por cultivar dentro de nosotros el amor, para poder manifestar el "amor social". Este es nuestro proyecto de cuaresma!...¡Que Dios nos ayude en esto!".

Por su parte, monseñor Duffé señaló que el mensaje de Cuaresma del Santo Padre recuerda a todos los cristianos que "este tiempo particular del año es un tiempo de renovación y conversión, centrado en la memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la que estamos inmersos. Por eso se nos invita, durante estos cuarenta días, a seguir el camino de Cristo para que en la tarde de Pascua podamos renovar la promesa de nuestro bautismo".

"Hoy estamos llamados a caminar con Cristo hacia una vida y un mundo nuevos, hacia una nueva confianza en Dios y en el futuro, en un contexto marcado por la ansiedad, la duda y a veces incluso la desesperación. Sabemos que la crisis sanitaria de Covid-19 está provocando una crisis social en la que muchos están pasando por un momento de pasión y muerte".

En tanto, la señora Szymanski agradeció en nombre de los perseguidos por su fe, "esta oportunidad de compartir su testimonio, vinculándolo al importante mensaje del papa Francisco para la Cuaresma de este año" y afirmó que "para quienes sufren el calvario de la persecución, la pandemia ha representado un momento de comunión en el dolor y la pérdida, que lamentablemente se produce en todo el mundo".

"El sacrificio va acompañado de un amor muy arraigado, el que te hace tender la mano a tus hermanos", expresó, y añadió: "¿Acaso estamos sentados en su Cruz? Tenemos que saber que ellos están dispuestos a ayudarnos a llevar nuestra Cruz. Con su vida, su oración y su muerte. Recordemos la foto de familia de Siria, no los olvidemos, hablemos de ellos, llevemos su historia al Sínodo de los Obispos; ¡para que podamos decirles un día que su largo calvario hacia la Resurrección no fue en vano!".+