Las comunidades de Nueve de Julio celebraron a San Bernardo de Claraval
- 24 de agosto, 2020
- Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
Con la fiesta en honor de San Bernardo de Claraval, se celebraron las patronales en las comunidades de América, Roberts y Guanaco, de la diócesis de Nueve de Julio.
El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi, y el presbítero Juan Carlos Maturana, presidieron las fiestas patronales en honor de San Bernardo de Claraval en las comunidades de América, Roberts y Guanaco.
Al mediodía, al frente del templo parroquial de San Bernardo, de América, el padre Juan Carlos Maturana celebró la Eucaristía al aire libre, con la participación de nutrida cantidad de fieles quienes guardaron las medidas sanitarias, y con la colaboración logística del mnicipio local. Por la noche se rezó el santo rosario, transmitido por las redes sociales, que también contó con numerosa participación.
Con el lema “Todos formamos comunidad”, la comunidad parroquial de San Bernardo en Roberts, partido de Lincoln, se preparó espiritual y pastoralmente con la novena comenzada el día 11. El jueves 20 se realizó una caravana por la ciudad llevando la imagen del santo patrono e invocando su intercesión sobre los hogares y habitantes de la localidad.
A las 17 se llevó a cabo la feria del plato en el salón parroquial. La celebración eucarística tuvo lugar en el templo parroquial a las 19 y estuvo presidida por el padre Joselo Rossi, con la participación de los seminaristas y numerosos fieles.
El párroco de Pehuajó, presbítero Mariano Cortés, se acercó por la tarde a la localidad de Guanaco, partido de Pehuajó, para compartir el rezo del rosario con la comunidad local, cuya iglesia tiene por patrono a San Bernardo. La localidad albergó hace sesenta años, en el predio de la parroquia, las instalaciones del preseminario diocesano. La iglesia dedicada al santo monje de Claraval, fue restaurada recientemente ante el peligro de grietas en su estructura y movimiento de suelo.
Tanto monseñor Ariel Torrado Mosconi, en el saludo dirigido a las comunidades, como los sacerdotes, coincidieron en resaltar la clarividencia para sopesar los acontecimientos, valor para afrontarlos y capacidad para lograr acuerdos, todo ello sostenido por una espiritualidad honda y una profunda vida de oración, como los rasgos sobresalientes de este santo de la primera mitad del siglo XII.
Le tocó vivir y ser protagonista de acontecimientos convulsos en la sociedad medieval de su época y circunstancias críticas en la vida de la Iglesia. Las virtudes de su persona hicieron posible su servicio que consistió principalmente en afrontar divisiones, buscar acuerdos y promover una reforma de vida basada en la espiritualidad. En la base de todo, está su santidad personal y el movimiento de renovación monástica que lo tuvo como inspirador y líder. Por todo ello, este santo monje sigue teniendo vigencia como modelo de creyente que, apoyándose en su fe, trabaja y lucha por la renovación de la sociedad. Por lo mismo -señalaron- es un eficaz intercesor para estos tiempos difíciles de pandemia y cambios vertiginosos en el mundo y en cada una de las comunidades.
A su vez, los sacerdotes señalaron la necesidad e importancia de cultivar la comunión en cada comunidad parroquial, de sentirnos y estar realmente unidos a pesar del distanciamiento, fortaleciendo el vínculo de la fe y relacionándose mediante las posibilidades que dan las nuevas tecnologías, que también permiten estar cerca, acompañar y sostener a los miembros más débiles o sufrientes de cada lugar.+