Jueves 14 de noviembre de 2024

La Virgen de Guadalupe nos recuerda 'las virtudes que perfuman nuestra pobreza'

  • 12 de diciembre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa Francisco presidió esta tarde, en la Basílica de San Pedro, la misa en honor a la Patrona de América Latina. "Dios nos pide dar fruto", recordó.
Doná a AICA.org

El Papa Francisco presidió, en la tarde de este 12 de diciembre, una misa en la basílica de San Pedro por Nuestra Señora de Guadalupe, advocación mariana que ganó un peso especial en el Vaticano durante el pontificado del papa argentino y que cada año se recuerda con especial solemnidad, en una celebración que reúne a peregrinos de todos los rincones de América.

Durante la celebración se han pronunciado cánticos y lecturas en español, inglés y portugués, los idiomas más difundidos en el continente americano. 

En su homilía, Francisco invita a los fieles a llegar a todos los hombres, para trasladarles “el amor de Dios”, buscando “su bien” por encima de nosotros tal y como Dios desea: “Entonces podremos decir que hemos empezado a construir ese Santuario que la Virgen pidió a Juan Diego y nos pide a cada uno de nosotros, en nuestra responsabilidad de construir la Iglesia, de recoger las virtudes que deben perfumar nuestra pobreza y de ser testimonio de que Dios ha impreso su imagen en nuestro corazón”, manifestó el pontífice.

En su alocución, el Obispo de Roma señaló que, en la fiesta de Guadalupe, la primera imagen que se viene a la mente “es la Virgen impresa en el humilde vestido de un campesino, ahora expuesta a la devoción de los peregrinos que se acercan a la Madre de Dios”.

A juicio de Francisco, esa imagen mariana es la de “la primera discípula, de la madre de los creyentes, de la misma Iglesia, que queda impresa en la humildad de aquello que somos y tenemos, que no vale mucho, pero que será algo grande en la medida en que pueda trasmitir el mensaje de Dios”, indicó.

Para conseguir eso, afirmó el Santo Padre, la Virgen pide a Juan Diego un pequeño trabajo, recoger unas flores. “Me parece que es una evocación clara de las parábolas del Reino, en las que Dios nos pide dar fruto”, apreció el Santo Padre.

“Las flores, en la mística, significan las virtudes que el Señor infunde en el corazón, no son obra nuestra. El acto de recogerlas nos revela que Dios quiere que acojamos ese don, que perfumemos nuestra débil realidad con obras de bien, creciendo en la virtud y eliminando odios y temores”, continuó argumentando el Papa.

Para Francisco, en el mensaje de Guadalupe, las palabras de la Virgen '¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?', cobran un nuevo sentido. “Ese estar de la Virgen es quedarse permanentemente impresa en esas pobres ropas, perfumadas por unas virtudes recogidas en un mundo que parece incapaz de producirlas. Virtudes que llenan nuestra pobreza en la sencillez de pequeños gestos de amor, que van iluminando nuestra tilma, sin que nos demos cuenta, con la imagen de una Iglesia que lleva a Cristo en su seno”, explicó.

Francisco desveló un último detalle que identificó como prueba del Señor, más que como una debilidad de Juan Diego: “La Virgen le da una cita, y él no acude a ella porque, enterado de la enfermedad de su tío, busca ayuda espiritual y material para ese pariente. El Señor tienta a Juan Diego, poniéndolo en la disyuntiva de una obediencia a Dios, desencarnada del hombre, o un ser capaz de dejar a Dios por Dios, un saber íntimamente que, aunque lo que yo preferiría humanamente es poder encontrar a la Virgen, tener gracias de oración o consuelos espirituales, incluso el éxito pastoral de construir un Santuario como es hoy en día Guadalupe, lo que la Virgen quiere realmente es que yo lleve a Dios a ese enfermo. 

Casi al final de su sermón, el Papa subrayó los tres elementos clave: “La imagen, la tilma y las rosas”. “Este es el mensaje, así de sencillo, sin glosa, junto a la seguridad de que ella es mi madre, que está aquí”, comentó. Y, al igual que ya hizo en 2022, denunció la utilización que algunos movimientos hacen en Latinoamérica de la imagen de la Morenita. 

“Este mensaje nos defiende de tantas ideologías sociales y políticas con las que, con trata frecuencia, se usa a esta realidad guadalupana para fundamentarse, justificarse y ganar dinero”, rechazó. “El mensaje guadalupano no tolera ideologías de ningún género: solo la imagen, la tilma y las rosas”, concluyó.+