La Rioja: homenajean a un servidor con 60 años llevando a San Nicolás

Luis Bazán, junto con otros 31 hombres, participa de la fiesta tradicional del Tinkunaco cargando la imagen del santo patrono de la diócesis de La Rioja.

En la fiesta del Tinkunaco, se realizan las procesiones con San Nicolás en las que al menos 32 varones se tienen que coordinar para llevar la imagen y su trono, que pesan más de 600 kilos. Quienes participan se distribuyen 12 de cada lado con las andas; uno se ubica delante guíando, apoyado por dos hombres más, y de la misma forma por detrás de la imagen. La página web de la diócesis consigna que “todos terminan con sus hombros encallecidos que se van endureciendo con los años al portar el santo apoyado por al menos cuatro más que van dos de cada lado, aportando agua o remediar necesidades”.

Don Luis Bazán
En esta oportunidad, se entrevistó a Luis Bazán, el servidor más antiguo, quién hace 60 años sirve llevando la imagen de San Nicolás. Por ese motivo, este año, monseñor Dante Braida le entregó una distinción al término del Tinkunaco.

En la entrevista, Bazán compartió su historia de vida y de fe: “Nací en Talamuyuna y desde los 5 años, que tengo uso de razón, comencé a servir a San Nicolás. Desde los 18 años que vengo sirviendo al santo, cargando su imagen. Hoy hacen 60 años que vengo con esa tradición”.

Asimismo, cuenta como se convirtió en promesante: “Antes de los 18 años andaba moneando. Me sacaba la banda después de la misa y procesión. La dejaba en una esquina y salía a fachear a la plaza. En eso de dejarla, la perdí. Sentí tanto perder esa banda. Era muy hermosa, con hilos de oro, hechos por mis viejos. Ese mismo año me autocastigué y le pedí a San Nicolás que me ayude que yo iba a sacar la imagen toda mi vida mientras tenga salud. Y ese fue mi motivo por el cual, comencé a cargar la imagen con los servidores de San Nicolás”.

“Le hice una promesa a San Nicolás que iba a hacer que mis hijos, Luis, Eduardo, Darío y Ricardo sean promesantes. Y así fue. Todos son promesantes. También mis nietos quieren seguir la tradición de transportar la imagen del Santo Patrón Tutelar y algunos ya nos acompañan”, destacó.

San Nicolás
Cómo servidor en la procesión de San Nicolás, dice que no puede describir “lo que se siente al momento de cargar la imagen. Uno se emociona y hasta llora. Una devoción enorme con mucha pasión. La gente me dice que por la edad no vaya, que me quede en la iglesia. Pero no. Mientras tenga vida y salud lo cargo”.

“Yo de San Nicolás recibí la vida. Le pedí tantas cosas que todo lo que le pedí se me fue cumpliendo. Pedía que mis hijos nacieran sanos, de rodillas le pedía. Yo vivía en el campo, en casa de mi tía, durmiendo en el piso del comedor. Le pedía a San Nicolás que me saque de ahí. Me fui a estudiar topografía a la noche en la escuela Telechea. Y me recibí gracias a San Nicolás”, agregó.

La fiesta del Tinkunaco
Respecto de la mención que recibió, expresó: “Yo no sabía que me iban a homenajear por los 60 años que llevo cargando la imagen. Me entregaron el reconocimiento y para mí fue mucha sorpresa. Mucha emoción estar ahí junto a monseñor (Braida)”.

“La fiesta del Tinkunaco, para mí, es el encuentro de Dios con el hombre”, definió.

A quienes no conocen la fiesta del Tinkunaco aconsejó, que vayan y “conversen con San Nicolás. Él les dará el OK, porque no es tan solo tomar la imagen o ir a la procesión. Es más, el Tinkunaco es un sacrificio que lo hago con fervor y pasión de fe y si no hay sacrificio no hay amor”.

“Soy muy cristiano. En mi casa tengo una imagen de Jesús Justo Juez, y un oratorio en el Secadal, un paraje a 10 kilómetros antes de Sanagasta”. 

Y finaliza diciendo, “estoy eternamente agradecido a San Nicolás, y a Jesús, por supuesto”.+