Viernes 15 de noviembre de 2024

La Iglesia en Venezuela aboga por el ingreso de ayuda humanitaria

  • 5 de febrero, 2019
  • Caracas (Venezuela)
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Confederación de Religiosos y Religiosas de Venezuela y el Consejo Nacional de Laicos, pidieron convocar a "elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático" y permitir el ingreso de ayuda humanitaria al país. Disposición y condiciones de Cáritas en el caso de recibirla.
Doná a AICA.org
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Confederación de Religiosos y Religiosas de Venezuela y el Consejo Nacional de Laicos, pidieron a los organismos del Estado convocar a "elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático", permitir el ingreso de ayuda humanitaria al país y detener la represión contra los ciudadanos.

El texto emitido este 4 de febrero sostiene que el pueblo venezolano, ante la "dolorosa situación de injusticia y sufrimiento", está en la búsqueda de una transición "pacífica y transparente" que lleve a "elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y lograr la recuperación del Estado de Derecho, la reconstrucción del tejido social, la producción económica, la moral en el país y el reencuentro de todos los venezolanos".

En ese contexto, el comunicado precisa que esa "ruta de transición hacia un proceso electoral" debe hacerse "de forma pacífica y con los instrumentos presentes en la Constitución Nacional" para evitar más sufrimientos.

"En este momento crucial de la historia patria, invitamos a todo el pueblo venezolano a dar lo mejor de sí, cada uno en su ámbito de trabajo y acción, para que desde la unidad, la solidaridad y la responsabilidad ética, con un espíritu distendido, busquemos el bien común y trabajemos sin descanso en la reconstrucción de la democracia y de la patria entera, evitando el derramamiento de sangre", agregan.

Además del pedido de nuevas elecciones, la Iglesia solicita que se concedan "los permisos necesarios para disponer de la ayuda humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente más vulnerable".

"Cáritas de Venezuela y las diversas instituciones de promoción social de la Iglesia con un extenso alcance en todo el territorio nacional, nos comprometemos a continuar el servicio que venimos realizando con equidad, inclusión, transparencia y efectividad", precisa el texto.

Por otra parte, el comunicado enfatiza que es "moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas".

Por tal motivo, los referentes eclesiásticos exigieron "a los organismos de seguridad del Estado que no sigan reprimiendo a sus hermanos venezolanos y asuman su verdadera responsabilidad de proteger al pueblo en toda circunstancia, particularmente cuando ejerzan el derecho a la protesta pacífica".

Asimismo, recordaron al Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo que deben cumplir con sus deberes y hacer que se acaben los abusos, "particularmente lo que se refiere a las detenciones de menores de edad".

Finalmente, en el comunicado conjunto se invita al pueblo a participar en la Eucaristía del domingo 10 de febrero y así "orar en todos los templos, casas y comunidades, pidiéndole al Señor nos conceda la paz, la reconciliación, la libertad y la salud espiritual y corporal".

"Confiemos en el Dios de la historia, Él es el Dios de la salvación en Jesús liberador que nos dice: ?no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo?. Que María de Coromoto, nuestra patrona nacional, nos acompañe siempre como pueblo", concluye el texto.

Disposición de Cáritas ante eventual ayuda
En el caso de recibir ayuda humanitaria, Cáritas Venezuela renovó su compromiso, junto a otras diversas instituciones de promoción social de la Iglesia, a continuar con su servicio a favor de los más desprotegidos en medio de la crisis que desgarra al país.

Tras advertir sobre "las grandes necesidades del pueblo en materia de alimentación y salud" del pueblo venezolano, puntualizó cuál sería su gestión en un comunicado de cinco puntos.

La ayuda humanitaria "es siempre subsidiaria y no sustituye lo que el Estado debe hace con sus recursos", recordó, y agregó: "Se guía por protocolos aceptados internacionalmente para dar respuestas a situaciones de graves crisis", y en este sentido, "no atiende a intereses políticos, sino al bien del pueblo más vulnerable cuando un país no cuenta con los recursos para hacerlo".

Constató además que la ayuda humanitaria "no resuelve los problemas del país", sino que "sólo mitiga los impactos sobre la gente más pobre", a saber, el "riesgo alto de morir y sufrimiento masivo".

"Destinada a los más vulnerables que no tienen medios para afrontar la situación", la ayuda humanitaria "es limitada en cobertura y tiempo" y "debe ayudar a preparar a la población para valerse por sus propios medios", recordó. Y clarificó que "no abastece los mercados con los diversos productos de la dieta básica", sino que "los insumos que llegan son principalmente terapéuticos" y "no suele ser de alimentos habituales, sino raciones de emergencia y suplementos para niños y ancianos con déficit nutricional".

En una segunda parte el comunicado precisa que ante la posibilidad de que Cáritas de Venezuela participe en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria en esta emergencia se debe tener en cuenta que la Asamblea Nacional ha pedido la entrada de la ayuda humanitaria, y ha solicitado a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) participar en una comisión técnica, y a Cáritas de Venezuela se le ha pedido "aportar su experiencia en lo social".

"La comisión técnica ? se relata en el informe - propuso a la CEV que participara en una reunión con diferentes organizaciones de la sociedad civil para intercambiar experiencias de trabajo". "Diversas organizaciones de acción social han solicitado a las autoridades competentes permitir el ingreso de dicha ayuda" y "no ha habido respuesta".

Se recuerda aún que "la actuación social de la Iglesia siempre se ha regido por los principios de la ayuda humanitaria internacionalmente reconocidos: humanidad, independencia y honestidad en el trabajo de acompañamiento y auxilio a los más afectados"; y Cáritas, por lo tanto, "se sumaría a la ayuda humanitaria en esta crisis sólo si se trabaja con los mecanismos apropiados y bajo los principios de respeto a los derechos humanos y humanitarios".

Finalmente reafirma su misión "de ser siempre constructores de paz, justicia y esperanza".



Encuentro por la reconciliación y la paz
"Mi agradecimiento en nombre del pueblo de Venezuela, por todo lo que se hace en Ecuador en favor de nuestros hermanos", expresó monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana y Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, durante el encuentro con migrantes venezolanos en la basílica del Voto Nacional, en Quito (Ecuador).

El prelado celebró la Eucaristía por la Reconciliación y la Paz, se reunió con los emigrantes venezolanos para escuchas sus experiencias, animarlos en la fe, y consolarlos por los difíciles momentos que se viven como migrantes. Y también agradecer al pueblo y la Iglesia en Ecuador por las atenciones que les ofrecen.

"En nombre de la Iglesia en Venezuela, de los obispos y, de los hombres y mujeres de buena voluntad, creyente y no creyentes, quiero hacerle llegar al pueblo de Ecuador el agradecimiento por toda la gentileza, la acogida fraterna que han tenido con tantos hermanos nuestros".

El obispo indicó que "el migrante sea del país que sea, es hijo de Dios con una dignidad", y pidió no juzgar a todos los migrantes por los delitos de una sola persona. "Si alguno se porta mal, pues que se le aplique la ley, pero no juzgar a todos porque uno o dos se portan mal, o hacen actos contrarios", agregó.

Monseñor Moronta recordó que en épocas pasadas Venezuela recibió muchos migrantes, que contribuyeron con el progreso del país. Y comentó su actual experiencia en la frontera colombo venezolana.

"Estoy en una zona muy caliente, no solo por el clima, sino porque es la frontera con Colombia y por allí pasa el 90 por ciento de los emigrantes van a otros países; y gracias a muchos sacerdotes y laicos tanto de la Diócesis de San Cristóbal como de Cúcuta, podemos atender a miles y miles de personas que lo requieren y son todos tratados con dignidad", dijo.

El prelado consideró que la situación socio política actual del país es "inédita e insólita", señalando que la Conferencia Episcopal Venezolana ha insistido en que "es el pueblo de Venezuela que va a resolver todas las dificultades, con la ayuda ciertamente de muchas instancias, pero somos nosotros, porque el pueblo es el principal sujeto social".

Refirió que la Iglesia no desea la violencia en la búsqueda de las soluciones del conflicto, ya que "la Iglesia está para tender puentes y derribar muros".+