La diócesis de San Roque cuenta con un nuevo diácono
- 3 de junio, 2024
- Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco) (AICA)
Leonel González fue ordenado por el obispo, monseñor Hugo Barbaro, en una misa celebrada en la catedral local. El neo diácono sirve actualmente en la parroquia San Antonio de Padua de Quitilipi
El obispo de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, monseñor Hugo Barbaro, presidió la Eucaristía, el viernes 31 de mayo en la catedral diocesana, en la que ordenó diácono al seminarista Leonel González.
A la luz de los textos bíblicos, el prelado recordó que “desde la época de los apóstoles, la Iglesia consideró un gran honor el orden del diaconado. No surgió como un simple grado con menores atribuciones que las de un sacerdote. Dios indicó a Moisés que pusiera a disposición del sacerdote Aarón a la tribu de Leví; tendrían por misión distintos servicios para la comunidad y cuidar del culto a Dios. Los judíos veían como un honor que Dios eligiera a los hombres de esa tribu para funciones de servicio que mostraban la cercanía divina”.
Monseñor Barbaro, dirigiéndose al neo diácono, señaló: “A vos Leonel te llama al sacerdocio, y es como si te dijera: ahora diácono, ahora entrenate en el servicio que es algo básico en todo sacerdocio. Recen por nosotros para que estemos siempre encendidos en amor de Dios; si se apagara, dejaríamos de seguir a Cristo de cerca y se apagaría también la alegría de servir”.
Al concluir la celebración, González dirigió palabras de agradecimiento a Dios, a la Iglesia y a su familia, al tiempo en que manifestó su alegría, no solo por la ceremonia, sino además por el camino recorrido y el aprecio hacia aquellas personas que acompañaron su camino de formación hacia el orden diaconal, entre ellos a los sacerdotes y sus compañeros de discernimiento a lo largo de los últimos años.
Una vocación que se confirmó a los 24 años
Leonel González nació el 15 de febrero de 1992 en Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco). Si bien desde chico recibió formación religiosa e integró espacios eclesiales, su vocación la descubrió a los 24 años, cuando decidió ingresar al seminario diocesano para realizar el curso propedéutico (año de adaptación), los años de Filosofía.
Fue enviado a España, concluyendo sus estudios teológicos en la Universidad de Navarra, desde el seminario internacional Bidasoa (Pamplona). De regreso al Chaco acompañó pastoralmente las comunidades de General Pinedo, Santa Sylvina y Quitilipi. Actualmente se encuentra en la parroquia San Antonio de Padua de Quitilipi.+