La diócesis de Lomas de Zamora rezó en reparación por la profanación de la catedral
- 6 de marzo, 2021
- Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió el viernes 5 de marzo, la misa en desagravio por la profanación de la catedral Nuestra Señora de la Paz.
Con una misa presidida por el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, y concelebrada por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez; el obispo auxiliar de Lomas de Zamora, monseñor Ignacio Damián Medina; el párroco, presbítero Hugo Ricardo Barrios, y demás sacerdotes, la diócesis rezó en desagravio por la profanación de la Eucaristía y el robo de las coronas de la Virgen y el Niño Jesús de la catedral Nuestra Señora de la Paz.
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, fue la frase evangélica elegida por el obispo para guiar su reflexión ante el “lamentable hecho” sucedido el martes en la iglesia madre de la diócesis de Lomas de Zamora. “El amor es más fuerte que el odio, la violencia engendra violencia”, afirmó.
“No saben lo que han hecho, porque el amor de Dios y la fe de su pueblo no pueden ser borrados. Podrán insultar, agredir, violentar y hasta profanar lo más sagrado, pero sepan que no podemos renunciar al bien, a la verdad, al amor, porque dejaríamos de ser cristianos”, expresó monseñor Lugones.
“No saben lo que han hecho, porque esta santa casa es la casa de todos, aquí partimos el pan de la Eucaristía, el pan de la Palabra y el pan con los más pobres. Pero queremos advertir, a quien tenga alguna intención torcida o solapada, alguna aversión aporofóbica -miedo o desprecio a los pobres-, que si éste es un metamensaje por el compromiso social de esta comunidad, que acá vamos a seguir atendiendo a los pobres, a los ambulantes en situación de calle, a los que sigan necesitando de la bendición, de la reconciliación, de la contención o del consuelo; no nos van a intimidar”, sostuvo el obispo.
El obispo dijo sentir “el dolor de hijo de María”, porque “no queremos que se mancille a nuestra Madre”. En ese sentido, recordó: “Esta sagrada imagen venerada desde la sangrienta historia de la patria, es la que ha recibido tantas lágrimas y súplicas por la ausencia de paz en la Argentina. Su advocación es de la Paz: María Madre y Reina de la Paz, por eso el pueblo de Dios sigue pidiendo su intercesión por la paz de las familias, por la paz social en nuestra patria, por los lugares de conflicto bélico en el mundo. Fue coronada al cumplirse los 150 años de la piedra fundamental de esta catedral y el motivo, como siempre lo dijimos, no es porque ella necesite una corona y menos su Hijo, sino para que al contemplarlas recordemos que reinan en nuestro corazón”, destacó.
El lamentable hecho, que incluyó el ataque al sagrario donde se guarda el Santísimo Sacramento, el robo de las coronas de la Virgen de la Paz y el Niño Jesús, un copón y un ostensorio, y los daños a la cruz del cinerario parroquial y el Señor de los Milagros de Salta, sucedió en la madrugada del martes.
La catedral Nuestra Señora de la Paz es la iglesia madre de la diócesis de Lomas de Zamora y el principal templo del partido homónimo. Su valor religioso, cultural y social se acrecienta desde la época de la constitución de nuestra Patria.+