Domingo 9 de marzo de 2025

Catamarca: La Cuaresma comenzó con esperanza en el santuario de la Virgen del Valle

  • 7 de marzo, 2025
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Monseñor Urbanc presidió la misa del Miércoles de Ceniza, y en su homilía invitó a la comunidad a vivir estos días con un corazón renovado, para llegar con alegría y esperanza a la Pascua.
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El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió este 5 de marzo la misa del Miércoles de Ceniza en el santuario de la Gruta de la Virgen del Valle, dando inicio al tiempo de Cuaresma. En un entorno natural, rodeado de montañas, la celebración marcó el comienzo de 40 días de oración, penitencia y ayuno que invitan a los fieles a prepararse espiritualmente para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Acompañado por el padre Santiago Granillo, rector del santuario, y un numeroso grupo de peregrinos y fieles, monseñor Urbanc destacó en su homilía el profundo significado de la Cuaresma como un tiempo para la conversión y la reflexión. "Estamos invitados a poner nuestra mirada en Jesús y a vernos a nosotros mismos con los ojos misericordiosos de Dios", expresó el prelado, invitando a los presentes a reflexionar sobre la importancia de dejar atrás lo superficial y abrir el corazón a la gracia divina.

El obispo catamarqueño recordó el inicio del Año Jubilar, declarado por el Papa Francisco en diciembre de 2024, y subrayó que la Cuaresma es un momento clave para vivir el misterio de la esperanza cristiana, que se inicia con el nacimiento de Jesús y culmina en su Pasión, Muerte y Resurrección. "Nuestro corazón necesita ser renovado con la misericordia de Dios, que nos mira con ternura y paciencia", reflexionó.

El prelado también hizo un llamado a practicar los tres pilares fundamentales de la Cuaresma: oración, ayuno y caridad. Estos, según explicó, son medios para acercarse más a Dios y corregir las actitudes y acciones que nos alejan de Él. "La oración nos conecta con Dios, el ayuno nos ayuda a controlar nuestros impulsos, y la caridad nos invita a ayudar al prójimo", detalló.

En la celebración, las cenizas fueron bendecidas y distribuidas entre los fieles como un símbolo de humildad y arrepentimiento y al final de la misa, las cenizas bendecidas fueron entregadas a los fieles para ser llevadas a enfermos y personas con limitaciones físicas que no pudieron asistir a la celebración, extendiendo así el espíritu de la Cuaresma a quienes más lo necesitan.+