Viernes 15 de noviembre de 2024

"Hoy tu vida sacerdotal se une a Cristo en la comunión de la Iglesia"

  • 13 de diciembre, 2018
  • Gregorio de Laferrere (Buenos Aires)
El viernes 7 de diciembre el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Gabriel Barba, ordenó sacerdote al diácono Diego Lethimonier en la catedral diocesana Cristo Rey. Con el lema "Si conocieras el don de Dios", el neopresbítero continuará su servicio en la parroquia Sagrado Corazón de Rafael Castillo.
Doná a AICA.org
La diócesis de Gregorio de Laferrere tiene un nuevo sacerdote: Diego Lethimonier recibió la ordenación sacerdotal de parte del obispo diocesano, monseñor Gabriel Barba, el viernes 7 de diciembre en la catedral Cristo Rey, en vísperas de la solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Monseñor Barba recordó la plegaria que se reza en cada Eucaristía "Por Cristo, con Él y en Él", para explicar el sacramento del Orden Sagrado. "Estas palabras nos orientan la mirada para acercarnos a comprender con mayor luz, la inmensidad del Don que recibimos por imposición de las manos", dijo al comenzar sus palabras dedicadas al neopresbítero.

"Por Cristo. Nada por nosotros. Todo nos viene dado de Él. No hay otra fuente que dé sentido a este sacramento", explicó sobre la primera parte de la frase: "Él es fuente y es culmen. Todo para la mayor gloria de Dios".

[img]http://www.aica.org/subidas/4970.jpg[/img]

Al referirse a la segunda parte, expresó: "Con Él. Esta es una tarea que nos supera, que nos resulta imposible desde nuestras propias fuerzas y capacidades. Nada debemos vivir en este ministerio si no lo hacemos con Cristo. Con Él. Y ese vínculo lo encontraremos cada día en la oración. En el encuentro íntimo con Jesús. En el silencio. En la contemplación. Dejándolo todo. Callando desde adentro para poder oír su voz".

Sobre la última parte, añadió: "En Él. El Orden Sagrado expresa en palabras una realidad que no puede verse y es esa unión que nadie podrá ni quitar ni romper que funde desde lo más profundo a quien da la gracia con quien la recibe. En el ministerio sacerdotal queda bien expuesto que si nos separamos de Cristo nada somos, nada podemos. Solo en Él esto puede tener sentido y vida".

Luego se dirigió al joven ordenado: "Que la llama y el ardor por anunciar a Jesús nunca se apaguen". "Solo la oración, la celebración cotidiana de la Eucaristía y la comunión permanente lo hará posible", le dijo.



"Hoy tu vida sacerdotal se une a Cristo en la comunión de la Iglesia. Esto no se trata de racionalizar una idea, sino de vivir un misterio. Que es mucho más profundo y otra cosa totalmente. La comunión se materializa en hechos concretos. Con tu obispo, con tus hermanos sacerdotes".

Lo invitó a ser auténtico, a que no le tenga miedo a la verdad y a la sinceridad, "de ese modo el buen Espíritu podrá actuar sin mayores impedimentos en tu corazón y en la construcción de la comunión". Y agregó: "Tu ministerio te debe llevar a ser servidor de los hombres y de las cosas de Dios. Nunca serás el dueño de las cosas sagradas. Solo y simple el servidor".

Seguidamente monseñor Barba exhortó al nuevo sacerdote a ser "pobre entre los pobres", para que ellos "te reconozcan como hermano de camino. Como el hombre de Dios". Destacó las virtudes de la prudencia y la transparencia, como fundamentales para ejercer el ministerio.

Al mencionar las vísperas de la Inmaculada Concepción, le pidió que nunca deje de "aferrarse a Ella, como Madre que te ama y te cuida como lo hizo con su hijo Jesús." Y a la Virgen le rogó que "vaya amoldando tiernamente tu corazón, para que seas cada día de tu vida un buen pastor, como lo fue su hijo Jesús". "Que la alegría de ser sacerdote siempre se vea reflejada en tu rostro", dijo monseñor Barba al concluir.

El joven, que se define como un "humilde servidor del Señor", eligió como lema de ordenación "Si conocieras el don de Dios". Como diácono sirvió en la parroquia Sagrado Corazón de Rafael Castillo. Desde ahora, continuará su servicio como sacerdote en la catedral diocesana Cristo Rey.+

» Texto completo de la homilía