Viernes 15 de noviembre de 2024

Hondo pesar por el fallecimiento de la Hna. Elena Lugo, pionera de la bioética

  • 10 de enero, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Reconocida internacionalmente, fue una gran referente para la Iglesia y la sociedad, dejando numerosas aportaciones en el campo de la bioética y en la vida apostólica.
Doná a AICA.org

Dra. Hna. María Elena Lugo, miembro de las Hermanas de María de Schoenstatt, falleció este martes 9 de enero a los 85 años, en Puerto Rico, en donde se recidió los últimos años, después de cuatro semanas de un doloroso pero rápido deterioro debido a un cáncer que ya había hecho metástasis.

Plenamente consciente y convencida de que la vida es el objetivo de todos los cuidados, aceptó los procedimientos típicos que cualquier paciente debería recibir en su situación. De este modo, dio a sus alumnos una última lección de bioética sobre el significado sagrado de una vida humana, un mensaje que transmitió en numerosas ocasiones a lo largo de su vida.

“Damos gracias al Padre Celestial por la vida de la Dra. Hna. M. Elena y por su entrega total a su misión y vocación como Hermana de María de Schoenstatt y maestra del valor de la persona humana y de la vida”, expresó en un sentido mensaje la Hermana M. Emily Kenkel.

Reconocida internacionalmente, fue una gran referente para la Iglesia y la sociedad, dejando numerosas aportaciones en el campo de la bioética y en la vida apostólica. De hecho, el papa Juan Pablo II la nombró miembro de la Academia para la Vida.

“Elena fue una fuerte, digna y gran mujer que con su fortaleza no solo afrontaba la vida, sino que se convertía en un claro ejemplo para los demás. Enseñaba con admirable sencillez y humildad”, expresaron la Dra. Cecilia Barni y la periodista María Silvina Rocca al anunciar con profundo pesar su fallecimiento.

Será velada este jueves 11 de enero en el Centro de Peregrinos del Santuario de Schoenstatt de La Solidaridad, en Puerto Rico, a partir de las 14. A las 18.30 se rezará el Santo Rosario, y a continuación será trasladada a la Capilla de las Hermanas.

El viernes 12 continuará el velatorio en el Centro de Peregrinos a partir de las 12, y a las 13 monseñor Ángel Luis Ríos Matos, obispo de Mayagüez, celebrará la Santa Misa, seguida por el entierro en el cementerio de las Hermanas.

Una joven doctora
Elena Lugo nació en San Juan de Puerto Rico el 28 de junio de 1938. Fue hija única de sus abnegados padres, que reconocieron desde muy pronto sus dotes intelectuales y la animaron a estudiar. En 1961, Elena se licenció en Teología con especialización en Sociología y Psicología. Cursó estudios de posgrado en la Universidad de Georgetown, en Washington D.C. (EE.UU.), donde se doctoró en filosofía.

Durante más de 27 años trabajó como profesora de filosofía en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez. Solicitó su admisión al postulantado durante una peregrinación a Schoenstatt, y fue admitida a pesar de la considerable diferencia de edad con sus nueve hermanas de curso y a pesar de los desafíos profesionales que enfrentó para mantener su puesto de profesora mientras participaba de su formación.

Con el tiempo, su trabajo se convirtió en un servicio visible para la Iglesia. Por encima de todo, su profundo amor personal por la Inmaculada como concepto original de Dios de la persona humana brilló en su persona y en su trabajo.

Fue pionera en varios foros para enseñar la interacción entre tecnología, política, economía, preocupaciones sociales y cuidado personal, enseñando, por ejemplo, una ética centrada en la persona para ingenieros y una bioética centrada en la persona para estudiantes de medicina.

Por iniciativa suya, el recién fundado Centro de Filosofía en su Función Interdisciplinaria (CEPHIF) de Puerto Rico organizó una serie de simposios sobre ética médica y convocó congresos interamericanos, con participantes de 24 naciones de Norte, Centro y Sudamérica.

Posteriormente, el CEPHIF se convirtió en el Centro de Filosofía e Historia de la Ciencia y la Tecnología y, finalmente, Centro de Ética de las Profesiones. La Dra. Elena Lugo fue también uno de los miembros fundadores de la Federación Puertorriqueña de Bioética y una de sus expresidentas.

En 2002, la Dra. Lugo fue nombrada miembro de la Academia Pontificia para la Vida, inaugurada por el Papa San Juan Pablo II. Ella hizo viajes regulares a Roma en su tarea de instruir a los fieles sobre las cuestiones, a menudo difíciles y controvertidas, relativas a la vida humana, la sexualidad y la sexualidad.

Desde su jubilación de la facultad de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez en 2003, comenzó a colaborar como consultora en bioética y como presidenta fundadora de la Comisión de Bioética Padre José Kentenich para la Argentina y Puerto Rico.

De múltiples maneras, contribuyó al desarrollo del movimiento en Puerto Rico y Estados Unidos, y constituyó el Instituto Pedagógico Padre José Kentenich, que recibió el reconocimiento de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico. En los últimos años, contribuyó a la investigación de la Causa Kentenich con leal dedicación.+