Francisco a los fieles de Milán: 'Caminar juntos anteponiendo el amor'

Este sábado 25 por la mañana, el Santo Padre recibió a los peregrinos de dos parroquias de Rho, en la arquidiócesis de Milán, en el Vaticano.

“La Iglesia es un cuerpo compuesto por muchos miembros, todos al servicio de los demás, animados por el mismo amor de Cristo. Recuerden siempre que, con la belleza y la riqueza de esta variedad de dones y comunión, trae a Jesús al mundo”, recordó -este sábado 25 de marzo- el papa Francisco a los cerca de 2.000 fieles de las parroquias de San Giovanni y Passirana de Rho, en la provincia de Milán, a los que recibió en el Aula Pablo VI.

El Santo Padre, al saludar a los presentes, se dirigió en particular al párroco, el padre Michele de Tolve, a quien conoce desde hace muchos años. Luego, hablando a sus feligreses, Francisco dijo que “ellos representan las diversas realidades de sus parroquias: diferentes generaciones dedicadas a la formación, los servicios y otras obras complementarias”.

Y explicó: “Esta es la forma más poderosa de anunciar el Evangelio, antes que las palabras. Por eso invito a todos a renovar el compromiso de ser generosos y dóciles a la voluntad del Señor”.

Con sus palabras, el pontífice exhortó a los fieles de Milán “a caminar juntos, como hermanos y hermanas, porque la fraternidad hace a las personas más libres y felices. El mundo no se acaba con nosotros, pero verdaderamente lo descubrimos mientras caminamos juntos, día tras día”. 

Y subrayó Francisco: “Por eso es importante la parroquia: porque es el lugar donde, siguiendo a Jesús, nos encontramos, nos conocemos, nos enriquecemos: diferentes generaciones y condiciones culturales y sociales”.

“Por tanto, caminen juntos -insistió el Papa- poniendo el amor en primer lugar en las actividades educativas, en las guarderías, en los grupos, en los oratorios, en la atención a los pobres, a los últimos, a los ancianos, a los solitarios, a los novios, a las familias y también en las actividades musicales y deportivas. Así, en este terreno a veces árido y arduo, podemos sembrar amor y transformar el lugar donde vivimos en un paisaje frondoso, rico en los buenos frutos del Evangelio". Amar, añadió el Papa, significa "ampliar los propios horizontes", construir la unidad en la confianza y la acogida, trabajar juntos y formar una comunidad sin divisiones”.

El Santo Padre concluyó su saludo a los fieles de las parroquias milanesas de Rho, recordando: “La parroquia es un lugar bendito, donde nos sentimos amados. Quien llama a la puerta de nuestras iglesias y de nuestros ambientes eclesiásticos quiere recibir una sonrisa de bienvenida, manos y brazos abiertos y un encuentro amoroso. En la Parroquia cada uno lleva su carga y la comparte con los demás para aligerar la suya”.

Finalmente, el Papa exhortó a los fieles a compartir el gran patrimonio pastoral ambrosiano, a la sombra del antiguo Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, en Rho, construido a petición de San Carlos Borromeo antes de su muerte, el cual ha sido siempre un lugar de devoción y peregrinaciones.+