Fiestas patronales en Chascomús: "Madre, ayúdanos en esta hora"
- 25 de septiembre, 2020
- Chascomús (Buenos Aires) (AICA)
La diócesis de Chascomús celebró la fiesta de su patrona, Nuestra Señora de la Merced, con una caravana de autos que recorrió las calles de la ciudad y culminó con una misa en la catedral.
El 24 de septiembre, con el lema: “Madre, ayúdanos en esta hora”, la diócesis de Chascomús celebró la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, titular de la iglesia catedral y patrona de la diócesis.
Nuestra Señora de la Merced es también patrona de los pueblos de Lavalle y Guido, que integran la diócesis. Por eso el obispo diocesano, monseñor Carlos Humberto Malfa, visitó la comunidad de Lavalle en donde celebró la misa en la plaza principal frente al templo parroquial.
Por la tarde, en Chascomús, se realizó una caravana de autos que recorrió las calles de la ciudad, se detuvo frente al Hospital Municipal, el Hogar Municipal de Ancianos, comedores de Cáritas, parroquias y capillas. A su paso la imagen de la Virgen fue saludada con aplausos por los vecinos que salían a las puertas de sus casas, haciéndose la señal de la cruz.
Al llegar a la catedral, monseñor Malfa presidió la Eucaristía con la participación de fieles cumpliendo el protocolo vigente, a la vez que se transmitió en vivo por las redes sociales.
En su homilía, el prelado citó el lema de la fiesta: “Madre, ayúdanos en esta hora", como una súplica confiada a la Virgen de misericordia para que interceda ante el Señor, que nunca abandona a su pueblo, y libere de los males de esta pandemia a nuestra patria y a toda la gran familia humana”.
Haciendo referencia al Evangelio, sostuvo que “nos hace peregrinar espiritualmente al Calvario y allí nos encontrarnos con Jesús y con María. En el acto de mayor entrega por amor que conoce la historia de la humanidad vemos a Jesús que en la cruz ocupa el último lugar en el mundo y desde esa humildad nos redime”.
Monseñor Malfa pidió a la Virgen patrona que “nos ayude a los argentinos a encarnar en nuestra vida personal, social e institucional la luminosa enseñanza del Santo Padre: ‘Estamos todos en la misma barca...llamados a remar juntos...nadie se salva solo’. Necesitamos la brújula del bien común y la actitud de la esperanza”.
“En medio de este dolor e incertidumbre, capaces de escuchar la angustia social, sintámonos llamados a sembrar y contagiar para animarnos a construir el futuro, con la fuerza, el realismo y la creatividad de la esperanza”, sostuvo monseñor Malfa, y citó a San Agustín quien definió a la esperanza con “dos maravillosos hijos: la indignación y el coraje. La indignación para rechazar las cosas tal como están, y el coraje para cambiarlas”.
Al concluir, pidió a María, “que los argentinos y argentinas nos sintamos miembros de una única familia humana, habitantes de una casa común trabajando unidos por una Patria de hermanos”.+